El Teruel jugará el próximo año en la Segunda División B. El conjunto de Ramón María Calderé superó al Noja (2-1), con los goles de Lolo y Enric Pi, y alcanzó la categoría de bronce frente a un adversario que opuso una tenaz resistencia. Tras igualar en el partido de ida (1-1), el cuadro turolense ofreció ayer su mejor versión y logró, 19 años después, el ascenso de categoría.

Dos décadas después de su descenso, el club de la ciudad mudéjar regresa a la Segunda División B. Es un triunfo de todo el fútbol aragonés. En los últimos cinco años solo ha sido capaz de lograr un ascenso a la categoría de bronce en las 20 eliminatorias que ha disputado.

Ha sufrido mucho el Teruel para llegar a saborear este triunfo. Casi se despeña a la Regional Preferente hace solo cuatro años. Se salvó con un empate en la Ciudad Universitaria ante el Universidad de Zaragoza. Luego, llegó Emilio Larraz, lo sacó del pozo y lo introdujo entre los mejores. Ha jugado dos muy buenos 'play off' el Teruel en las últimas temporadas. Toda la suerte que le abandonó en las anteriores eliminatorias le ha acompañado en la actual curso.

Después de alcanzar el título de Liga con Ramón María Calderé, el sorteo le sonrió. Tocó el Noja. En el vestuario turolense la noticia se recibió con júbilo. El campeón cántabro no era, desde luego, el peor rival en suerte. Todo lo contrario: pocos campeones de grupo reúnen un teórico potencial inferior al Noja. En el encuentro se confirmó la suposición: el Noja es batible. El Teruel igualó a un gol en Cantabria. Y esta tarde, ante su afición, ha rematado la eliminatoria.