«No está nada hecho, hoy por hoy no tenemos nada. Hay que llegar a 40 o 42 para quedarse en Primera y arrastramos un claro déficit de puntos, las cifras no nos cuadran», avisó Aguirre a todo el zaragocismo. El preparador americano no quiere que el equipo se le caiga en una espiral de relajación y exceso de confianza fruto de la magnífica racha de resultados consumada en enero (12 puntos obtenidos en los 15 disputados). «Este es un partido que invita a ir a por todas, como si lleváramos 10 partidos sin ganar, como si fuésemos los últimos. Con esa intensidad hay que afrontarlo. Si lo hacemos de otra manera, sufriremos», volvió a incidir al respecto.

Aguirre prevé una tarde de padecimientos. En ningún caso, de discurrir cómodo ante un rival gemelo en clasificación y aspiraciones. «El Racing nos pondrá las cosas muy difíciles, juegan bien al fútbol y Miguel Ángel Portugal ha logrado ponerlos en un buen tono. Ahora, con la inyección económica de sus nuevos dueños, serán un equipo que aspire a lo máximo», dijo. «Vienen con bajas importantes, como Rosenberg y los pivotes. Pero sí traen a Giovani, su último fichaje. Espero un equipo que mantiene un estilo, que juegan bien la pelota desde atrás, que no la regala y al que es difícil hacerle gol. Es cierto que no funcionan bien ofensivamente. Pero lo mismo que nosotros. Somos varios los equipos que estamos ahí abajo y que tenemos problemillas de cara al gol. Será un partido de pocas ocasiones y el que cometa un error, perderá el pulso», añadió Aguirre.

El técnico describió el estado actual de su plantilla. «No les doy respiro, los tengo a raya. Como no hicimos pretemporada y no nos conocimos a tiempo, ahora estamos compactando todo en estos meses. Tenemos mucha exigencia. Además, el entorno es difícil desde octubre. No hay una semana en la que solo se hable de fútbol. Pero tanto los jugadores como yo, ya nos hemos acostumbrado y estamos solo a lo nuestro», remarcó.