primera victoria del real zaragoza

El sufrimiento es dulce

Los futbolistas del Real Zaragoza explotaron de júbilo con el gol de Gabi tras un partido de alta tensión y difícil desarrollo.

Los futbolistas del Real Zaragoza celebran por todo lo alto el triunfo ante Mallorca.
El sufrimiento es dulce
TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

La fotografía que gobierna esta página resume la colección de emociones en la que derivó el partido. Por la izquierda, Gabi enjuaga sus lágrimas de fatiga y liberación en Cabellud tras completar su monstruoso esfuerzo con un gol de significado épico. Jorge López, por delante de Nayim y camino de Andrés Ubieto, vacía la mirada, como desconociendo qué ha ocurrido y cómo se ha llegado hasta allí. Su piel pálida advierte de algo a medias entre el susto y el alivio. En el hemisferio izquierdo de la imagen, sobresale Lafita, radiante y boquiabierto de euforia. Le sujeta Ander, cuya espalda oculta un rostro rabioso y cubierto de placer. Un poco más al fondo, tirando al segundo plano, Bertolo, alejándose de Lafita, busca a Doblas, que marcha ya con la seguridad del deber cumplido. El lienzo evoca las mejores tardes del Zaragoza, días de tensión fatal, sufrimiento despiadado y final insultantemente agradable. Ese gol de Gabi, gol salvador en toda su dimensión, fue una inyección de morfina. Recordó al gol terminal de Ayala al Deportivo cuando el Zaragoza se jugaba hace tres temporadas el descenso. Fue una estampida de felicidad tras la lluvia de amargura. Un poso dulce tras el trago de ricino. Uno de los mejores perfiles que pueda tener una victoria. De ahí la reacción final, la rica imagen de arriba y palabras como las de Toni Doblas: "Ganar así merece mucho la pena. El fútbol ha sido por primera vez justo con nosotros. Teníamos todo en contra, pero el equipo ha sacado su casta. Sacaremos esto adelante, por la afición, que está sufriendo mucho".

Doblas volvió la mirada en el penalti de Gabi. Se giró hacia el sur y no quiso verlo. Antes, cuando el Mallorca empinó el partido con el primer gol, el portero sevillano sí había observado otras cosas: "Webó se la lleva con la mano. Me coge de cara y lo veo claramente. Quizá el árbitro no lo haya visto y por eso no lo pita, pero Webó hace el pillo. Espero que esa acción no quede impune porque de tramposos está lleno ya todo".

En el penalti, Doblas se hacía cruces mientras Gabi apresaba la pelota armado por la confianza y la capitanía. Su gol lo santificará Gay mientras dure en el Real Zaragoza. "Llevo mucho tiempo trabajando para ayudar a este equipo. Y no hay mejor manera de hacerlo que marcando un tanto decisivo. He asumido la responsabilidad con la fuerza que me han transmitido el público y los compañeros. Se lo iba a tirar por el otro lado a Aouate, pero sabía que había visto cómo se lo lancé al Betis y decidí cambiar", relató Gabi.

El penalti finiquitó el partido y culminó la remontada del Zaragoza. Los goles previos llegaron con Lafita y Bertolo. Al aragonés, generoso también en su fútbol, le brillaban los ojos: "Van a venir más victorias. Hemos creído en la remontada y el triunfo es justo. He visto alguna lágrima entre mis compañeros, es normal porque sufrimos mucho. Aunque estas formas de ganar, en el último minuto, de penalti y remontando, animan mucho a un equipo". El argentino se lamió las heridas con su gol: "No estoy muerto. Hay quien me había señalado como culpable del mal momento del equipo y no me sentí muy bien. Con el gol, tengo una alegría que dedicar a la gente. Fue una justa victoria".