ATLETISMO

El repóker de Eliseo

El montisonense sumará el próximo fin de semana en Berlín su quinto Mundial. El olímpico del Hinaco repasa las citas pasadas y la más inmediata.

Eliseo, en su último entrenamiento ayer en Monzón. Mañana parte rumbo a Berlín, a su quinto Mundial.
El repóker de Eliseo
j.L. pano

A sus 35 años, Eliseo Martín tiene una aquilatada experiencia internacional. Se mantiene en la elite del atletismo desde que en 1998 logró en Namur su primera mínima para asistir a una gran competición en pista. Esa campaña la remató con un séptimo puesto en los 3.000 obstáculos de los Campeonatos de Europa en Budapest. Desde entonces, el montisonense del Hinaco Monzón se ha mantenido fiel a su cita con los grandes campeonatos. Este fin de semana añade en Berlín uno más a su inmaculado palmarés, un repóker de Mundiales en los que siempre ha sido leal a la cita con la final de una especialidad que le encumbró en París 2003. El atleta que prepara el técnico, y más que amigo, Fernando García 'Fondi', evoca momentos pretéritos y augura buenas sensaciones futuras en la capital alemana. sevilla 1999

Un estreno que supo a "gloria". "Es uno de los campeonatos que guardo en la memoria con más cariño, porque fue la primera competición en la que di el salto más importante a la elite. Tenía 26 años y me hice mayor. Habíamos entrenado durante muchos años muy bien, pero no conseguíamos bajar de 8:30. Ese año la preparación fue igual, pero la diferencia es que me centré más en el atletismo. Aparqué el trabajo. Quizás no tenía el descanso necesario para asimilar el entrenamiento. Y tuvo sus frutos: ver plasmada la preparación de Fondi; confirmar lo que hemos defendido a lo largo de mi trayectoria deportiva, que soy atleta de dos carreras. En el Nacional hice 8:15, con la medalla de oro añadida. Y al Mundial. Tengo una manera de correr en la que siempre me guío por sensaciones. Fondi me dijo que, al carecer de experiencia en una cita de este calibre, gobernara mis emociones que no me habían fallado hasta entonces. Hice una carrera de menos a más, la forma de correr que me ha dado los máximos logros, como el bronce en París. Medí mi ritmo, aguanté en la parte de atrás y di el último zarpazo, remontando a atletas africanos que entraban dentro del cupo de las medallas. Sabía que muchos iban a pagar el esfuerzo de las semifinales. Sentía cómo en la última vuelta me animaba el público por mi nombre. Había 40.000 personas en el Estadio Olímpico gritando "Eliseo, Eliseo". Me estremeció. Estos gritos me dieron alas. Jamás había sentido algo tan intenso. La sexta plaza (8:16.09) me supo a gloria". Edmonton 2001

Duodécimo salvando los obstáculos físicos. "No fue una temporada buena. En 2001 me di cuenta de cuáles eran mis lagunas físicas, que me han hecho aprender a cuidarme mejor en años posteriores. Fue un tira y afloja. Pasé fases que estaba bien a parones prolongados. Pese a todo, llegué al Campeonato de España, fui cuarto (8:26.65) y me convocaron. Encadené una alergia, una tendinitis, dolores estomacales... Pero los problemas no acabaron ahí. El viaje a Canadá pasó factura con una infección de garganta y la falta de aclimatación. No tuve una buena adaptación desde el primer día, con problemas de sueño. No teníamos cortinas en las habitaciones. Se hacía de día a las cinco de la mañana y era imposible descansar. Cumplí de forma notable en las semifinales, pero para el gran momento las sensaciones no fueron buenas. Una vez que pegaron el pistoletazo de salida me di cuenta de que mis piernas no funcionaban bien. A mitad de la prueba empecé a sentirme cargado muscularmente, y en el último kilómetro me vi fuera. No pude estar entre los ocho primeros, pero el duodécimo puesto (8:27.78) se puede considerar como bueno". parís 2003

Un bronce histórico. "2003 fue un año importantísimo para mi carrera deportiva a nivel psicológico. El año anterior había tenido una fractura en el pie derecho; mucha gente -incluso médicos- no daba demasiadas esperanzas a que volviera a correr atletismo de elite. Logré rehacerme con mucho empeño. En 2002 fui quinto de Europa, pero sabía que podía conseguir más. Metí más horas de entrenamiento, asimilando muy bien el trabajo de fuerza. El secreto fue enlazar toda la temporada sin ningún problema físico. Moralmente estaba muy fuerte. Volvía a ser campeón de España, como en 1999. Era un buen presentimiento. Sabía que todo lo que había plasmado en los entrenamientos tenía que salir, en París. Las sensaciones en la semifinal fueron muy, muy buenas. Podía optar a las medallas. En mis piernas llevaba un metal e iba a luchar por él. Y así fue. Lo que recuerdo perfectamente es cómo me iba estudiando durante toda la carrera; que cada obstáculo tenía que pasarlo con la mayor soltura posible; que si corría ahorrando esfuerzo en cada obstáculo, sin entrar en la pelea de codazos con la gente, concentrado y leyendo muy bien los tiempos, subiría al podio. Me llené de adrenalina al verme a falta de 600 metros en la ría. La medalla de bronce estaba al alcance. El estadio estaba impresionante. Uno de mis principales rivales, el francés Tahri, venía por detrás -siguió mi estela desde el principio-, y los espectadores le gritaban con toda su alma. Fui inteligente al cambiar el ritmo a 300 metros; así abrí el hueco necesario para que, una vez saltara la ría, la diferencia fuera suficiente para asegurar la última valla y no arriesgar. El bronce estaba en el bolsillo (8:09.09). Fue formidable, colarme en un podio reservado históricamente para los africanos?". osaka 2007

El regreso a una final. "Volví a un Campeonato del Mundo cuatro años después. La ausencia de la cita de Helsinki dolió. En 2005 estaba muy bien, pero no encadené una buena carrera en el Campeonato de España. La presión me llevó a no canalizar bien mis fuerzas. La espina me la saqué en 2007, donde quise demostrar que mi entrenamiento es a dos carreras, y que con la gasolina que llevo, y la capacidad para alcanzar un estado de forma óptimo, puedo sacar el máximo rendimiento. Recuerdo que el calor y la humedad eran infernales en Osaka. Mi serie de la semifinal terminé sexto, con 8:24.49. Pasé a la final por tiempos, pero volvía por la puerta grande a una finalísima. Sabía que el cambio fuerte de los keniatas llegaría a falta de vuelta y media. Si reaccionas se te hinchan las piernas y acabas pagándolo. Traté de ser inteligente. Demasiados empujones. Me fui dosificando. Fui séptimo (8:22.91), a un palmo de la sexta plaza del turco Taher (8:22.51). Volví a ser el mejor atleta nacido en Europa. Demostré que era competitivo y que dentro de una final hay que luchar por los máximos objetivos. Era una forma de revindicarme, que había Eliseo para rato. En este deporte, si no demuestras tu valía con resultados, nadie te cree". berlín 2009

El triunfo de la experiencia y la competitividad. "Con 35 años, soy el más veterano en la lista de los 3.000 obstáculos. Si en Osaka ya lo era con diferencia, ahora vuelvo a estar ahí. Me siento orgulloso de llevar tantos años dentro de esta prueba, y ver que han pasado muchos atletas, de mucha calidad, y que ya han abandonado y que yo sigo aquí, con ganas e ilusión. Esto es lo más importante. Como más veterano, sé que físicamente no estoy igual que la gente que tiene 25 años. Pero sí hay un punto de experiencia que puede jugar a mi favor. Estoy un puntito por encima del año pasado. El quitarme las molestias en el abductor y en la zona del pubis que he arrastrado en los últimos dos meses, con las dos infiltraciones que me han practicado, ha provocado que tenga un subidón de moral importante. Solo pido encontrarme competitivo y no tener molestias. Puedo estar corriendo por debajo de 8:20. Considero que, con el nivel que hay, y si la suerte me acompaña en las semifinales, estaré en la final. La experiencia juega a mi favor".