CAI VOLEIBOL TERUEL

El peso de la madurez

Suela, enorme el miércoles, profundiza en las dudas que surgen en el juego del equipo.

Suela (15) celebra un punto en el choque contra el Resovia.
El peso de la madurez
A. GARCíA

Pedro Suela posee el tesoro más preciado, su pequeña Noa, de enormes ojos azules, que le sacó de una concentración en la ciudad polaca de Belchatow, un gélido 20 de enero de 2010, porque tenía prisa por salir del vientre de su mamá, Zenaida.


El receptor del CAI Teruel mantiene viva, a sus 34 años, una pasión, el voleibol, que le ha encumbrado como jugador y persona por medio mundo. Y el madrileño, de contagiosa sonrisa, disfruta con entusiasmo de una afición que le permite expresar por escrito el torrente verbal de su conversación: su cercanía se plasma en 'El rincón de Pedro', espacio abierto a la reflexión y charla en www.doblepositivo.com.


La dolorosa derrota el miércoles, en Los Planos, contra el Asecco Resovia Rzeszow en el trágico 'tie-break' (2-3), cuando el CAI tenía en su mano el triunfo, alimenta reflexiones en la familia del voleibol turolense. Suela, enorme en la pista en uno de los fundamentos clave del voley, la recepción, arranca la triste crónica de un partido que complica al CAI seguir en Europa en su segundo torneo en importancia, la Copa CEV.


«Tuvimos la victoria tan cerca? Se nos escapó entre los dedos. El equipo plantó cara y jugó muy bien ante un rival que ocupa la segunda posición de la potente liga polaca. Hay mucho bagaje metido en este rival. No es por quitar hierro al desenlace, pero la liga polaca, con la rusa y la turca son las tres que más dinero están dando y más jugadores consiguen. El Asseco Rasovia tiene mucho dinero invertido, mucho trabajo de campo y jugadores de talla internacional. Nosotros nos podríamos equiparar, pero nos queda mucho por crecer para asemejarnos a un rival de esta calidad», reflexiona Suela.


Hasta el último punto, un partido no está concluido. El CAI dispuso de dos oportunidades para cerrar un éxito ante un adversario de postín, al que tuteó exhibiendo su mejor rostro colectivo e individual en dos sets (segundo y tercero) de alto nivel. Contra un gigante, el Belchatow, el CAI se creció en la suerte del quinto set, y contra el Cuneo, le comió la ansiedad por dos veces.


El peso de la madurez que exhiben los rivales, carencia que revela la escuadra naranja en su corta vida en la elite internacional. Suela, manos expertas en la materia, baluarte defensivo, recuperadas las sensaciones en su juego una vez que la rodilla derecha le ha dado una tregua, profundiza en su relato en el mal. «El ansia, o la falta de experiencia, o serenidad? Esto te lo dan las tablas en este tipo de competiciones. Al balón hay que cuidarlo. El saque te abre el camino a un lado u otro. Esperábamos del Asseco Resovia un mayor potencial de salida; si la recepción era irregular ya estaban llegando dobles y triples bloqueos. Ahora es el gesto técnico que domina», desarrolla.


El martes próximo, en Rzeszow, el CAI Teruel puede poner fin a su tercera campaña consecutiva en Europa: Challenge Cup, Copa CEV y 'Champions League' han registrado el nombre del conjunto aragonés, un lujo para una ciudad y una afición privilegiadas por tal honor. Pedro Suela respira tranquilo, y anuncia las últimas líneas de su narración. «Como aficionado estaría satisfecho, no contento porque no pudimos cerrar el partido y en Polonia, el martes, tendremos que hacer un esfuerzo supremo para voltear la eliminatoria. Pero el equipo está muy implicado, nadie lo puede dudar. Esto es el voleibol.


El tema de la competición europea es muy atractivo e ilusionante, pero hay que andar con pies de plomo. Obviamente estamos peleando y las cosas van poco a poco. Pero esa experiencia, un poso de tranquilidad, de frialdad, el saque que se falla, otro partido que se pierde por los pelos? Hay que sacar conclusiones positivas, vivencias, llegar a la Copa del Rey y al 'play off' por el título, objetivos reales, maduros. Todo lo que perdemos ahora, que nos duele, nos ayudará a tener más tablas para seguir creciendo», cierra el texto Suela.