BALONCESTO

El Peñas desea la Copa

huesca. El Peñas vuelve a vivir esta tarde otra tarde mágica, de esas que le permitió poner su nombre en la historia del baloncesto español. Corren otros tiempos, pero mismas ilusiones. No solo el cuerpo técnico y los jugadores viven la tensión de jugar una final. También la directiva ha hecho un importante trabajo para que hoy sea un gran día. Porque no está solo el partido contra el Huelva La Luz. La final está abrochada de una mañana de conferencias y baloncesto en la calle López Allué desde las 10.00. Todo para 'meter' más de 3.000 personas en el Palacio de los Deportes donde, a las 20.30, comienza la final de la Copa LEB Plata.

Ángel Navarro inició la semana intentando abstraer a sus jugadores de lo que es un partido así. Y, además, con la preocupación de Diane por el esguince en uno de sus tobillos. El alero no estará esta tarde en plenitud, pero sí tendrá minutos. El técnico del Lobe Peñas sigue remarcando el guión de su discurso con la palabra serenidad. Nada de perder la cabeza. Si se le pregunta por si el poder de dirección de Rufián le puede convertir en el hombre del partido o si cree que la potencia de Miller bajo aros esté mermada por problemas en las rodillas, su respuesta es directa: "A las 22.30, te contestaré". Eso sí, matiza que Huelva La Luz "ha ganado y perdido" con esos dos jugadores dentro y fuera de la cancha. Ángel Navarro reconoce que el rival de esta tarde le gusta, con "tres o cuatro jugadores muy interesantes" y con un baloncesto valiente y directo.

Los andaluces se caracterizan por una plantilla más larga en la que los bases Rufián y Quero tendrán la tarea de contener el ritmo del partido. Más organizadores que tiradores, esta faceta recae en jugadores como Rubén Martínez, uno de los últimos MVPs de la LEB Plata, capaz de lanzar como penetrar. El partido tendrá un especial significado para dos jugadores que estuvieron en el Peñas: Antonio Gómez y Matamalas.

El técnico del Peñas no se refugia en los números para blandir si uno u otro baloncesto le es mejor al Lobe Huesca, ya que esta tarde en el Palacio estarán dos equipos donde uno tiene un muy buen ataque -el oscense- y otro muy buena defensa -el onubense-.

El objetivo del 'coach' y de su segundo, Jesús Seoane, es llegar al partido "sin que notemos que estamos en una final". Y por esta razón defiende que sus jugadores más que abordar un partido que tiene como consecuencia ganar una Copa se dediquen a "pensar en el rebote defensivo, en el de ataque, en los lanzamientos... en todo lo que es un partido en sí".

Está claro que los dos equipos lucharán por la Copa, aunque Ángel Navarro prefiere ampliar el horizonte. No quiere quedarse solo con el resultado, sino buscar una mayor utilidad a los entrenamientos de la semana y es por esto que afirma que "hoy (por ayer) me he dado cuenta de que lo hecho esta semana nos puede ayudar para el futuro". Y en ese futuro más cercano está la fase de ascenso a LEB Oro que se decidirá cuando se junten los mejores equipos de los dos grupos. El partido de hoy servirá para calibrar el potencial de otros futuros rivales.