BALONCESTO

El líder no hace ruido

El Rival El Regal Barcelona, actual campeón de la Euroliga y de la Copa del Rey, llegó a Zaragoza con rostros serios y sin despertar demasiada expectación.

Ricky Rubio firma un autógrafo en la gorra de un aficionado a su llegada al Gran Hotel de Zaragoza.
El líder no hace ruido
ARáNZAZU NAVARRO

Esto sigue sin ser el fútbol, y será así durante muchos años. Sólo de pensar lo que serían las inmediaciones del hotel de concentración si llegara el actual campeón de Europa y de Copa, subcampeón de liga, actual líder de la clasificación y bajo el nombre de Barcelona vienen a la mente imágenes de multitud de gente, gritos, fotos, autógrafos, amplia presencia policial... Pero el baloncesto, a pesar del tirón que tiene, sigue estando a años luz de eso. De hecho, ayer llegó a Zaragoza todo ello, un Regal Barcelona que atesora esos éxitos, que acumula estrellas internacionales, pero que apenas hizo ruido al acomodarse en la capital del Ebro. Rostros serios entre los jugadores, un puñado de firmas y de flashes, escasa expectación y a descansar en el Gran Hotel.

Muy pocos eran los que se habían interesado por conocer el lugar y la hora de la llegada de los azulgrana, apenas un puñado de aficionados 'culés' que se plantaron en la puerta del hotel con su camiseta, su chándal, su gorra y las cámaras de fotos y los bolis que no falten. De no ser por una boda que se celebraba en un salón del recinto y que dio color a la entrada del hotel el Regal Barça habría pasado casi inadvertido.

De hecho, la presencia de algunos policías en el entorno del edificio hacía pensar a los comensales que habían salido a fumar a la calle que se encontraban allí por aquello de la ley antitabaco. Todo quedó resuelto cuando el coche de la Policía Nacional quedó cruzado en la calle de Isaac Peral para permitir el acceso del autobús en dirección prohibida hasta la puerta del lugar de concentración de los catalanes. Entonces otros pensaron que se trataba del rival futbolero del Real Zaragoza. Tampoco.

La aparición del gigantón Fran Vázquez aclaraba todas las dudas y despertaba a los cazadores de autógrafos y a los curiosos. Porque qué mejor manera de seguir la fiesta de la boda sacándote una instantánea con un conocido.

Uno a uno fueron pasando entre la gente para acceder al hotel -al técnico Xavi Pascual no le reconoció casi nadie- y, como es lógico, el mayor revuelo se montó con la presencia de Juan Carlos Navarro y de Ricky Rubio, los más reconocibles para el público en general. Ellos tuvieron algo más de trabajo que el resto, pero tampoco demasiado.

Los rostros de todos ellos, bastante serios. Quizá pensando en la mala suerte de su compañero Pete Mickeal (lesionado para toda la temporada) o algo cansado de tanto viaje, ya que el pasado jueves jugaron en Roma.

Pero es que se trata de un equipo campeón y llega a Zaragoza a cumplir con su deber: a ganar y mantener el liderato de la ACB. Así lo reconocía en la previa el gallego Fran Vázquez, quien reconoció que tienen «una espinita clavada porque nos ganaron en casa y debemos jugar como sabemos y tratar de conseguir la victoria».

El pívot azulgrana añadió que el CAI «tiene buenos jugadores y contra nosotros la gente se suele motivar más» y recordó del encuentro de la ida que «nosotros jugamos un mal partido, defendimos muy poco y lo que tenemos que hacer es aprender de los errores, defender más duro, ser más constantes en defensa para atacar más tranquilos».

Vázquez también destacó que el Príncipe Felipe «es un pabellón que siempre está lleno de aficionados y eso siempre te motiva más. Tenemos que jugar como sabemos, hacer un buen baloncesto y pensar sólo en lo que ocurre en la pista».