El Real Madrid no estaba dispuesto a pagar un solo euro por la libertad de José Mourinho, pero al final tendrá que indemnizar al Inter con ocho millones. Florentino Pérez viajó ayer a Milán y el mismo día consiguió desbloquear el conflicto, al llegar a un acuerdo definitivo con el presidente del club italiano, Massimo Moratti, para rebajar a la mitad la cláusula de rescisión del contrato que ligaba a Mourinho con el Inter hasta 2012. La solución al caso no podía demorarse más de 48 horas después de que Florentino anunciase el miércoles de forma oficial el fichaje, cuando el portugués aún no estaba desvinculado del Inter y Moratti había amenazado con no dejar marchar al técnico si no era a cambio de 16 millones.

La contratación del entrenador bicampeón de Europa le costará al Real Madrid más de 50 millones, ya que a los ocho de la cláusula hay que sumar los 10 netos, incentivos aparte, que Mourinho cobrará por cada una de las próximas cuatro temporadas, y los cinco brutos por el despido de Manuel Pellegrini. El pasado año Florentino ya pagó cuatro millones al Villarreal para hacerse con los servicios del chileno, y ahora abonará el doble por romper el compromiso de Mourinho con el Inter. El técnico que acaba de firmar un histórico triplete con el equipo milanista será presentado el lunes en el Bernabéu.

Florentino ya anunció la madrugada del viernes que se desplazaría a Milan para cerrar el fichaje del que considera "el mejor entrenador del mundo", y el propio Moratti ya reconoció a primeras horas de la mañana que estaba dispuesto a negociar con el Madrid una recompensa económica inferior a los 16 millones estipulados. Por ello no fue necesario que la reunión entre los dos presidentes se alargase demasiado. El culebrón llegó a su fin con un pacto obligado que deja relativamente satisfecho a un club que también venderá al Madrid al lateral brasileño Maicon, imprescindible para Mourinho en el nuevo proyecto 'galáctico'.

Negoció a espaldas del Inter

"Si no lo solucionan las dos partes, tendrá que intervenir un tercero", advirtió Florentino antes de su vuelo a Milán, cuando el miércoles había calificado sólo como "un problema de interpretación" la indemnización reflejada en el contrato de Mourinho. El presidente blanco llegó a asegurar que la cláusula era "un problema" del entrenador y de la entidad italiana que debían resolver ambos, pero a Florentino no le quedaba ya otro remedio que tirar de chequera, y cuanto antes, después de haber garantizado públicamente un fichaje que no estaba todavía hecho. Se negoció con Mourinho a espaldas del Inter, y el club italiano ahora ni siquiera dispone aún de un relevo para el banquillo. El Madrid tenía ya cerrado su compromiso con el luso antes de ganar el pasado sábado la 'Champions' en el Bernabéu y el entrenador ni siquiera participó de la celebración de los interistas.

Florentino ya no podrá permitirse acabar otra temporada sin títulos y deberá seguir destinando mucho dinero para reforzar al Madrid, ya que el portugués desea "tres o cuatro jugadores defensivos". La obsesión no es otra que la conquista de la 'décima'.