SEGUNDA DIVISIÓN

El Huesca mereció más

El equipo azulgrana fue mejor que el Salamanca, pero al final sumó una nueva derrota tras encajar un gol en el minuto 88.

El jugador del Huesca Echaide trata de arrebatarle el balón a un rival, en el choque disputado ayer en el Helmántico
El Huesca mereció más
JOSÉ MIGUEL GARCÍA

¿Cómo contar el partido sin hurgar en la herida? ¿Cómo justificar la derrota sin apuntar a la falta de gol? Mala suerte, ausencia de acierto o las dos cosas, pero solo ese aspecto del fútbol privó a los de Calderón de la victoria sobre un Salamanca hecho un manojo de nervios casi todo el partido. El colegiado fue un mal menor, pero tampoco un juez imparcial. Uno de los goles que anuló al Huesca pareció legal. Y la expulsión de Rubiato, un camelo. Hay una cosa clara, si cada partido se crean siete ocasiones claras muchos de ellos se ganaran.




Ese es el argumento al que hay que aferrarse. Y llamar a la afición para que el sábado, ante el Levante, sea más cariñosa que nunca. Solo existe ese camino.




Así como en otros partidos se invierte tiempo en estudiar las intenciones del contrario, el Huesca irrumpió con descaro y enseguida pretendió que fuera su criterio el predominante.El equipo oscense comenzó a manejar el tiempo del partido, a trenzar con sabiduría, a mandar con temple y a templar con mando. Mikel Rico se coló por la izquierda para estrellar el balón en el palo contrario. Calderón se giraba sobre sí mismo maldiciendo a las brujas. ¿Preludio del desenlace final?