SEGUNDA B

El Huesca arranca un empate de Guijuelo

Los de Onésimo se adelantaron en un partido desdibujado por el fuerte aguacero. Las tarjetas dejan fuera del próximo encuentro al meta Navarro y a Sorribas.

Otro punto que sigue acercando a la Sociedad Deportiva Huesca al objetivo final. Ayer tuvo que luchar contra un fuerte enemigo, pero sobre todo contra las inclemencias meteorológicas para lograr sumar un empate que deja al equipo con 60 puntos. El protagonista del partido fue la intensa lluvia, en ocasiones granizo, que cayó con violencia durante la primera parte dejando el césped artificial como una piscina y dificultando el juego hasta el punto de que nadie hubiera protestado si el colegiado hubiera tomado la decisión de suspender el choque. Para la segunda parte la tormenta frenó, aunque los problemas de superficie se mantuvieron, por lo que el fútbol practicado fue el mismo: ninguno.


Por todo ello, el Huesca tuvo ya en el primer cuarto de hora que transformarse, que convertirse en un equipo de brega y pelea, encomendando al espíritu las opciones de triunfo. Onésimo propuso sobre la pizarra un 4-1-4-1, con la misma defensa de la semana pasada, con Roldán de compañero de Rico en la media y con la vuelta de Ripa y Lalo por las bandas. De inicio, las ocasiones eran escasas y, tras un primer empujón del Guijuelo, fue el equipo oscense quien pasó a dominar y a poner cerco al área salmantina. En una de esas triangulaciones en el perfil derecho de la zona ancha, y cuando la manta de agua empezaba a cobrar importancia, llegó un centro de Lalo rematado por Ripa en el segundo palo a gol, al adelantarse a su marcador y poner perfectamente el interior de la bota izquierda. Era el minuto 24 de partido y el Huesca ya mandaba en el marcador (0-1).


A partir de ahí, los de Onésimo se transformaron en un muro que repelía los constantes balones colgados del rival. El ariete Ballesteros era el que más peligro acarreaba. En los instantes antes del descanso, el aguacero invitaba más a la suspensión que a seguir jugando.


Tras la reanudación, el Guijuelo salió con la clara intención de remontar y en su insistencia encontró el premio del empate en el minuto 69. Fue por un penalti cometido por Sorribas al derribar a un contrario. Urraka transformó la pena máxima. Y los males para el Huesca no quedaron ahí. Cinco minutos después, el árbitro expulsó a Sorribas por doble amarilla. Con diez, el Huesca tuvo claro que el punto era bueno.