El fútbol, en manos de los jueces

No se trata de una inocentada. En plenas Navidades y con la que está cayendo en un país con más de cuatro millones de parados, resulta que los jueces tendrán que decidir en las próximas horas si hay jornada de Liga en Primera y Segunda División, el domingo 2 de enero, o si la suspenden de forma cautelar atendiendo la solicitud de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por incumplimiento de su convenio colectivo.A falta de turrón del duro, de fútbol de competición, de batallas a pie de césped que son las que verdaderamente interesan a los aficionados, el conflicto laboral se ha convertido en el tema estrella de las vacaciones. La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional se reunirá hoy (10.00) para estudiar el procedimiento urgente iniciado por el sindicato, que denuncia que la LFP ha incumplido el convenio firmado en julio de 2008, que reflejaba el 2 de enero como último día de unas vacaciones que se iniciaron el 23 de diciembre. Descanso relativo, ya que la mayoría de los clubes profesionales volvieron al trabajo a principios de esta semana.

Las partes comparecerán en una audiencia pública, aunque fuentes jurídicas estiman que quizá la decisión no se conocería hasta mañana. Estas mismas fuentes advierten que la AFE tendría que depositar una fianza para hacer frente a posibles daños y perjuicios en caso de que la Audiencia Nacional decida suspender los encuentros previstos para el primer domingo de año. Se trata de una previsión por si se diera el caso de que, en la posterior demanda principal sobre el conflicto colectivo, el tribunal no les diera la razón a los futbolistas.

En los últimos días, la AFE propuso que la jornada se dispute íntegramente el lunes 3, e incluso aceptó jugar entre las 17.00 y 19.00 del 2. Sin embargo, la LFP fijó la semana pasada cinco partidos de Primera y diez de Segunda para el día 2, hasta en cuatro franjas horarias. Y no acepta cambio alguno, ya que eso supondría incumplir el contrato con los poseedores de los derechos televisivos.

Más allá del conflicto del que la AFE asegura que lleva advirtiendo a la LFP desde el mes de mayo, en el trasfondo de la negociación reside la petición para resolver el impago de salarios a los futbolistas. "No es una medida improvisada. Llevamos desde la primavera pasada pidiendo soluciones y no quieren hablar con nosotros. Se están pisoteando los derechos de los jugadores y no lo podemos permitir como sindicato. No se ha cumplido ni con los pagos de los cuatro clubes que están en Ley Concursal, ni con los jugadores que están apartados sin ficha, ni con la deuda de los cromos", espeta Luis Rubiales, presidente de la AFE.

Los dirigentes del sindicato asumen que no jugar sería impopular, ya que buena parte de la opinión pública no entendería que unos "privilegiados" parasen tal y como está la situación en el conjunto de la sociedad española, pero recuerdan que la inmensa mayoría de los jugadores no son Cristiano Ronaldo o Messi. "No se trata de un capricho para que las estrellas tengan más vacaciones", insisten desde la AFE.

Desde la Liga, sin embargo, su secretario general, Carlos del Campo, asegura que los jugadores "mienten", ya que "se trata de una medida de presión para que el Betis pague los cerca de ocho millones que adeuda a sus profesionales". La LFP dice no disponer de recursos ilimitados y reitera que, con los seis millones de fondo de garantía salarial para los clubes de Primera y tres para los de Segunda, cumple con lo estipulado en convenio. En cuanto al calendario, recuerda que lo ratificó el verano pasado la junta directiva de la FEF y que lo conocían los jugadores.

La patronal avisa a los futbolistas de que pueden quedarse sin tres semanas de vacaciones en verano si no trabajan el 2 de enero. Ante la falta de fechas hábiles, lo partidos no se podrían jugar hasta el 11 y 12 de junio, pese a que la competición acaba oficialmente el 22 de mayo. El 28 de mayo se celebra la final de la 'Champions' y el 4 y 5 de junio tampoco se podría jugar porque la selección española celebra dos amistosos, el 3 y 7 de junio.