CAI ARAGÓN 32-23 NATURHOUSE LA RIOJA

Otra vez Malumbres

Otra vez Malumbres
Otra vez Malumbres
PEDRO ETURA/A PHOTO AGENCY

Iñaki Malumbres Aldave. Por encima de todo y de todos. La victoria que ayer capturó el CAI Aragón se llama Iñaki y se apellida Malumbres Aldave. El portero navarro está bendecido. Lo para todo. O casi todo. Las estadísticas de la Asobal dicen que ayer detuvo 16 pelotas con un soberbio 43 por ciento de acierto. Yo le conté cinco más: 21. Otra barbaridad como la cometida ante el Trimo Trebnje (22). De esas 21, cabe subrayar media docena de auténtico maestro, de gato, de minino listo, de tigre que espera al lanzador y luego se lo come, lo devora, como la de la foto que tienen ahí arriba. Añadan su extraordinaria lectura del juego, el saber ralentizar o acelerar, comunicar, transmitir. Es el líder indiscutible del equipo, el principal soporte en la defensa de la quinta plaza liguera del CAI Aragón, que ayer apuntaló con su triunfo ante un rival directo, como el Naturhouse La Rioja. También significa nuestra esperanza, el depositario de nuestros sueños, el alimento del milagro que significaría tumbar al Ciudad Real en los cuartos de final de la Copa del Rey o derribar el muro alemán en Lemgo en la EHF. Sin ti no somos nada, Iñaki.


Dicen que el secreto está en la pulserita de tonos amarillos, como los de su traje, que porta Malumbres en su muñeca derecha. Se la regaló una chavala de Valladolid llamada Marisa. Hoy, Marisa es su mujer, y la pulsera, el amuleto de un CAI Aragón que ya suma cuatro puntos sobre el sexto clasificado de la Liga Asobal, y se avitualla de moral para dar la sorpresa en las copas que aguardan de inmediato. Habrá que limpiar bien la pulserita. Iñaki guarda en secreto el contenido del amuleto. Más o menos, como las palabras que balbucea Jorge Garbajosa antes de tirar los tiros libres. Todos le vemos mover los labios y nadie es capaz de leer lo que expresa. Ni ayer, tras su sensacional partido, enseñó la pulsera Iñaki. Eso sí, ha prometido mostrarla el día que el CAI Aragón gane un título. Espero no morirme sin saber el enigma que encierra la pulserita...


A la espera del festejo en alguna copa algún año de estos, el CAI Aragón sujetó ayer dos puntos vitales ante el Naturhouse y puso tierra de por medio sobre el sexto clasificado. Cuatro puntos, cantidad respetable, es el margen que conserva el conjunto de Mariano Ortega sobre los riojanos y sobre un Reyno de Navarra que ayer la volvió a pifiar. Si el miércoles vence al Valladolid, incluso se puede ir soñando con algo más.


El marcador final parece excesivo. El roto en el tanteador lo hizo Malumbres, como ya hemos apuntado con anterioridad. Gurutz Aguinagalde y Gregor Lorger también contribuyeron por defecto al descosido. Entre los dos porteros del Naturhouse apenas pillaron siete pelotas de las 39 que arrojaron sobre su portal: un paupérrimo 18 por ciento de acierto. Esto es, una ruina. Los porteros fueron decisivos, pero hubo más. Arrhenius, Stojanovic y Ruiz Casanova defendieron de cine, hecho que contribuyó a que Malumbres parara un montón. Y Maqueda se salió en ataque, con nueve goles de todos los colores. Como Grebenar siempre ayuda, ya contabilizamos cinco jugadores de un rendimiento elevado. Complicado perder así.

 

Rival trabajadísimo

Aunque el marcador rece lo contrario, el Naturhouse no jugó mal. Jotas sabe lo que hace. Valladolid y Pastor siempre fueron magníficas fuentes de alimentación de este deporte. Jotas ha bebido de ese manantial. Se nota. Con un brazo poderoso (Isaías Guardiola) y un martillo en los seis metros (Ángel Romero), Jotas ha sabido construir un equipo. Aunque hayan perdido a Gedeón Guardiola, Jon Belaústegui o Alberto Aguirrezabalaga, el Naturhouse continúa chutando. Mueve y mueve con pausa, buscando buenas posiciones. En defensa cometen muy pocos errores, apenas sufren exclusiones, dotan de continuidad al juego. El mérito que ayer acumuló el CAI Aragón en la gestación y consumación de la victoria es considerable.


Jotas cambió de portero en el minuto 9 (7-5) y pidió tiempo en el 14 (9-5). El CAI Aragón galopaba a lomos de Malumbres y Grebenar. Sufrió doble inferioridad el conjunto naranja, pero Jorge Maqueda fusiló a Lorger. Toda la segunda parte se pasó haciendo la goma el Naturhouse, que halló en Alfredo Sorrentino a su brazo ejecutor. La ruptura definitiva llegó en los 10 minutos finales, con Amadeo Sorli y Arrhenius especialmente activos. En el minuto 51, Malumbres ingresó en el banquillo (26-17). En la grada se oían gritos de "torero, torero". Pablo Hernández ocupó el portal. También apareció en los minutos finales el chaval Cristian Postigo. Quizás el hijo de Carmelo Postigo levante algún día un trofeo del CAI Aragón. Ese día en el que Iñaki Malumbres descubrirá lo que reza su amuleto. Mientras llega ese día, festejaremos la quinta plaza de la Asobal, que no es poco. 

 

CAI Aragón Iñaki Malumbres (p), Jorge Maqueda (9), Gabor Grebenar (5), Fredrik Larsson (1), Toño Cartón (3, dos de penalti), Robert Arrhenius (5), Vukasin Stojanovic (1) -equipo inicial en ataque-, Amadeo Sorli (3), Ivan Stankovic (2), Adrián Sifre (1), Sergio Ruiz Casanova (1), Abel Lamadrid (1), Cristian Postigo (-) y Pablo Hernández (ps).

Naturhouse La Rioja Gurutz Aguinagalde (p), Ismael Juárez (2, uno de penalti), Ángel Romero (2, uno de penalti), Unai Arrieta (3, uno de penalti), Víctor Vigo (1), Alfredo Sorrentino (5), Isaías Guardiola (3) -equipo inicial en ataque-, Javier Parra (3), Miguel Ángel Velasco (-), Alexander Tioumentsev (-), Ales Silva (-), Marc Amargant (3) y Gregor Lorger (ps).

Parciales cada cinco minutos: 4-3, 7-5, 10-5, 11-7, 13-8, 15-9 (descanso), 18-11, 19-14, 21-17, 25-17, 29-20 y 32-23.

Árbitros: García Mosquera y Ríos Martín. Excluyeron a Stankovic, Sifre, Ruiz Casanova, Cartón, Arrhenius; Sorrentino, Guardiola y Amargant.

Incidencias: decimonovena jornada de la Liga Asobal. Se jugó en el pabellón Príncipe Felipe. Alrededor de 3.500 espectadores.