Persiste el factor cancha en Kentucky. El equipo estadounidense ha afianzado su ventaja sobre Europa en la segunda jornada de la Ryder Cup y afrontará con un ajustado 9-7 a su favor los decisivos individuales de mañana.

El desenlace de la jornada ha deparado, de nuevo, encuentros muy igualados, siguiendo la tónica de un torneo en el que nueve de los 16 duelos han finalizado en el hoyo 18. Europa y Estados Unidos se han repartido los cuatro puntos en juego con una victoria para cada una de las formaciones y dos empates, uno de ellos con el español Sergio García sobre el tapete del Valhalla Golf Club de Louisville.

El equipo estadounidense había visto reducida su diferencia al comienzo del día: dos puntos (7-5).

Sin embargo, en la reanudación, Estados Unidos ha mostrado su cara más rocosa para tratar de ampliar las diferencias y cosechar un colchón respetable de cara a los individuales. De este modo, en el primer recorrido se ha plasmado la mayor concentación de los locales con un triunfo de JB Holmes y Boo Weekley sobre el inglés Lee Weestwood y el danés Soren Hansen, que han podido redimirse en el último hoyo de la evidente falta de acierto mostrada en los golpes cortos.

Mucho más complicado lo han tenido Ben Curtis y Steve Stricker para sacar adelante una difícil papeleta ante los dos pesos pesados europeos. Y es que Paul Azinger se la ha jugado con una estrategia más que arriesgada enfrentando a dos debutantes en la Ryder con el español Sergio García y el inglés Paul Casey. Sin embargo, los novatos han dado la cara y han logrado arañar un empate ante los dos europeos mejor clasificados en la clasificación mundial.