ADIÓS A SANTOS

Dolor y luto en todo el zaragocismo

Los ex compañeros de Santos elogian su capacidad futbolística, pero subrayan sobre todo su carácter cordial, afable y generoso.

Dolor, amargura, desconsuelo. El fallecimiento de Eleuterio Santos sobresaltó ayer al zaragocismo, afligido por la pérdida de uno de los mejores futbolistas de su toda historia: componente de Los Magníficos, Santos contribuyó en el terreno de juego a la conquista de dos Copas de España (1964 y 1966) y una Copa de Ferias (1964). Sin embargo, al margen de su reconocido potencial futbolístico, sus ex compañeros subrayaron su carácter cordial, atento y afectuoso. Su personalidad quedó sintetizada en la frase pronunciada ayer por Canario: "Fue un futbolista grandioso; pero todavía fue mejor persona y amigo". Su funeral tendrá lugar esta tarde, en Santa Cruz de Tenerife.


También Marcelino dedicó un sinfín de elogios hacia su ex compañeros. "En el terreno de juego, Eleuterio fue uno de los jugadores más generosos que he conocido. Pero, sobre todo, era una amigo maravilloso: cuando se le necesitaba, siempre estaba allí", observó el ex futbolista del Real Zaragoza.


"Se trata de una noticia sorprendente; y sobre todo, de una noticia desastrosa, malísima", confesó Severino Reija, quien describió a Santos como una persona "íntrega, honesta y leal". "No tenía conocimiento de que estuviese enfermo -añadió el ex futbolista-. Compartimos mesa hace apenas unos meses, en la Gala del 75 Aniversario, y su muerte nos ha pillado a todos desprevenidos. Fue un grandísimo compañero y un amigo intachable", recordó Reija.


El mismo discurso pronunció Juan Manuel Villa, miembro también de aquel equipo de ensueño. "Éramos íntimos amigos. Su muerte es una pérdida irreparable para todos nosotros. Compartimos muchísimos recuerdos, muchísimas vivencias. Forjamos una amistad inolvidable", explicó el ex delantero del Real Zaragoza, muy afectado.


"Eleuterio fue, sin duda, uno de los mejores futbolistas de España en aquella época -relató José Luis Violeta-. Era una persona noble, muy generosa. Una vez retirado, siempre mantuvo el contacto con sus amigos. Fue un gran compañero en todos los sentidos. No tengo palabras", señaló el defensa de Los Magníficos.


Manuel Fontenla, otro de sus compañeros en aquella época gloriosa, realizó una acertada descripción de Santos: "Como persona, Eleuterio se distinguió siempre por su amabilidad, lo que le permitió coleccionar innumerables amigos. En el campo era un centrocampista completísimo, de largo recorrido y con una enorme capacidad anotadora", sostuvo Fontenla.


Tampoco ocultó su consternación José Sigifredo Martínez "Sigi", a quien el fallecimiento de Santos pilló ayer por sorpresa. "Fue un Magnífico en todos los aspectos, en el futbolístico y en el humano. Aunque actuaba de centrocampista, marcaba goles con mucha facilidad", explicó Sigi, quien sin embargo hizo especial hincapié en la faceta humana de su amigo: "Todo lo que pueda decir de él es poco. Era honrado, trabajador, afable, cortés, sencillo; era un ejemplo para los más jóvenes. Únicamente tengo grandes recuerdos de Eleuterio, recuerdos hermosos e imborrables. Ya solo nos queda rezar por él", insistió Sigi con tristeza y desánimo.


"Era amigo de sus amigos. Su muerte ha sido inesperada, un palo muy duro. Siempre permanecerá en mi recuerdo, ya que se trataba de una persona cariñosa y amable. Desde hace muchísimos años teníamos una gran amistad con él y con su mujer. Estoy desolado", explicó Pepín, quien compartió éxitos con Santos en el conjunto aragonés.


Especialmente afectado se mostró Luis Belló, el entrenador que se opuso a su traspaso y le concedió la oportunidad de triunfar en el Real Zaragoza. "Mi único mérito fue darle la titularidad; él hizo el resto -recordó, con modestia, el técnico-. Nos unía una grandísima amistad. Su muerte me llena de tristeza", reconoció.