REAL ZARAGOZA

Diego apura y Aimar da el susto

El máximo goleador del Real Zaragoza exprimió su recuperación, aunque Oliveira mantiene la ventaja para el once. Por su parte, el Cai se resintió levemente del pubis.

Diego Milito y Aimar trazaron un entrenamiento paralelo que terminó con el Príncipe exigiéndole a su musculatura y el Cai sentado en un rincón de la Ciudad Deportiva, con las manos metidas debajo de la goma del pantalón palpándose el dolor de su pubis renacido.


Los dos argentinos compartieron todos los minutos de la jornada lúdica que suele deparar la sesión de los viernes. Formaron dúo para jugar al fut-voley frente a la pareja rapada formada por Luccin y Diogo, completaron varios giros a la Ciudad Deportiva junto al trote del resto de sus compañeros y serpentearon entre las picas en los ejercicios supervisados por Roberto Cabellud, lugarteniente de Villanova. Estuvieron inseparables, confraternizando, aliándose en los juegos y cooperando en la recuperación de sus respectivas dolencias. En todo momento, trabajaron con un ritmo equivalente al del colectivo... hasta que en los minutos finales del entrenamiento comenzaron los ejercicios personalizados.


Con el resto de la plantilla estirando las fibras sobre las colchonetas, Andrés Ubieto, uno de los preparadores físicos del club, requirió a Diego Milito y lo puso a completar unas extenuantes series. Se trataba de examinar la respuesta al sobreesfuerzo del Príncipe después de una semana entre algodones. Una sobrecarga en los isquiotibiales del muslo derecho le impidió trabajar en las sesiones preparatorias del miércoles y el jueves, generando la duda en su participación ante el Villarreal.


Pero, pese a las pruebas de ayer, y pese al resultado en el definitivo entrenamiento de hoy, el concurso en El Madrigal de Diego Milito, al menos de partida, es improbable.


Ante los problemas físicos del Príncipe, Manolo Villanova ha trabajado durante la semana con Ricardo Oliveira como máxima referencia atacante del Real Zaragoza y el brasileño cuenta con gran parte de las opciones de regresar a la alineación titular.


Diego Milito esperaría así su turno en el banquillo y solo jugaría si el partido precisa de medidas urgentes.


Un dato sirve para explicar la saturación física del máximo goleador del Real Zaragoza. Milito acumula 61 partidos consecutivos en Liga y es el jugador de campo que más encuentros apila sin interrupción. De todos los futbolistas activos, solo le superan los porteros Iker Casillas (67) y Víctor Valdés (65).


Diego no se pierde un partido desde la jornada 4 de la pasada campaña, cuando una lesión muscular le impidió enfrentarse, precisamente, al Villarreal en tierras levantinas.


El susto de Pablo Aimar


No solo Diego Milito realizó trabajo especializado en el epílogo de la sesión. Pablo Aimar, progresivamente reintegrado al trabajo colectivo, también prolongó junto a otro de los preparadores físicos, Pedro Suñer, su entrenamiento durante unos minutos hasta que un golpeo a la pelota le recordó que su pubis aún está demasiado tierno. El argentino detuvo sus ejercicios y se sentó dolorido en una de las esquinas del campo de entrenamiento principal de la Ciudad Deportiva. Finalmente, todo quedó en un susto.


Pablo Aimar se resintió levemente en su rehabilitación y, aunque sus opciones de entrar en la lista de convocados para el partido frente al Villarreal eran ínfimas, este último contratiempo le descarta casi definitivamente para entrar hoy en la convocatoria y aplaza hasta el próximo encuentro frente al Almería su posible vuelta a los terrenos de juego.


El mediapunta argentino ya tiene el alta médica después de completar los dos meses de recuperación previstos tras su operación quirúrgica, pero durante este periodo el propio jugador se ha encargado de confirmar que no arriesgará con una reaparición prematura.