Argentina enfrentará mañana a Corea del Sur, el desafío más complejo que tiene por delante el equipo de Diego Maradona y Lionel Messi para avanzar a la siguiente fase del Mundial de Sudáfrica tras el buen debut ante Nigeria. "Llegamos con mucha confianza. Ganándole a Corea ya estamos dentro y estamos pendientes del triunfo. Argentina no sabe especular, Argentina va a ir a ganar el partido", anticipó hoy Maradona. "Quiero ser campeón y tengo a Messi", advirtió.

El delantero del Barcelona demostró al fin ante Nigeria que puede desplegar su mejor fútbol con la camiseta argentina y representa el principal riesgo para los coreanos, que ya advirtieron que están decididos a frenarlo como sea, con "faltas inteligentes", antes de que penetre su defensa. Argentina llega a este partido decisivo, sin embargo, sin el lugarteniente de Maradona en el campo, el veterano volante Juan Sebastián Verón, quien no llegó a recuperarse de su mialgia en el gemelo derecho. Será reemplazado por Maxi Rodríguez. Bastón del técnico y guía de Messi, la ausencia de Verón planteará un cambio profundo en el funcionamiento del equipo, que saldrá de todos modos a buscar el gol con el poderoso tridente ofensivo formado por Messi, Gonzalo Higuaín y Carlos Tevez en el estadio Soccer City de Johannesburgo.

Corea del Sur se mostró en tanto efectivo y veloz ante Grecia, a la que se impuso por 2-0. Y planea jugarle a Argentina de contra, en un duelo "entre David y Goliat", como lo definió en el entrenador, quien confía en las artes de Park Chu Young y Park Ji Sung.