CICLISMO

Contador será absuelto

La Federación estima las alegaciones del corredor y le absuelve de las acusaciones de dopaje; la UCI y el AMA pueden recurrir. El ciclista tiene licencia para correr ya y es muy probable que mañana mismo tome la salida en la Vuelta al Algarve, en Portugal.

Alberto Contador, con la indumentaria del Saxo Bank.
Contador será absuelto
JAIME REINA/AFP

Dos semanas después de que el Comité de Competición de la Federación Española pidiera un año de sanción para Contador por su positivo en el pasado Tour y justo cinco días más tarde de que José Luis Rodríguez Zapatero dijera que no hay «razón jurídica» para condenar al ciclista madrileño, la Federación ha cambiado de opinión y comunicará hoy martes al corredor que queda absuelto y que puede empezar a competir ya. De hecho, el ciclista tiene intención de participar desde este miércoles en la Vuelta al Algarve. «Está animado a ir», dicen en su entorno. Ya está inscrito.


Aun así, el caso puede continuar. El veredicto de la Federación puede ser recurrido ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Hay un mes de plazo para recurrir. Y el TAS no tiene fecha para decidir. En cualquier caso, el Tour, amo del ciclismo, querrá saber antes del inicio de su carrera (2 de julio) si Contador queda absuelto definitivamente.


El caso Contador se ha convertido en un asunto de Estado. Zapatero -el presidente del Gobierno por primera vez ha defendido públicamente a un deportista implicado en un caso de dopaje-, Mariano Rajoy, el Comité Olímpico Español y también el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, creen la versión del ciclista, que achaca su positivo a un solomillo contaminado. A ellos se ha sumado ahora la Federación Española. Contador es el segundo deportista del mundo absuelto tras dar positivo por clembuterol. El tenista de mesa alemán Dimitri Ovtcharov alegó, como el madrileño, contaminación alimentaria. Comió en China carne procedente de una res engordaba de forma ilegal. Su Federación le apoyó y la AMA no ha recurrido al TAS.


Contador se ha mantenido firme desde que se difundió la noticia de su positivo. Alegó y alega que el clembuterol procede de un solomillo adquirido en Irún e ingerido durante la segunda jornada de descanso del Tour. Al día siguiente, 21 de julio, dio positivo.


«Nunca en mi vida me he dopado. No sólo no me he dopado, sino que siempre me he rodeado de personas (ciclistas, médicos, preparadores...) que rechazasen tajantemente el uso de sustancias dopantes. Me he sometido a más de 500 controles y puedo decir con mucho orgullo que he ganado todas las carreras a base de duros entrenamientos, sudor, sangre y lágrimas. Con total honradez, me considero un auténtico ejemplo de limpieza», declaró en su escrito de alegaciones.


A la Vuelta al Algarve

Hoy le dirán que puede correr y que el Tour 2010 sigue siendo suyo: «Por el que me entrené, luché y sufrí lo que nadie más que mi familia conoce». Su mensaje no ha variado. Basa su inocencia en que ingirió el clembuterol de forma involuntaria y sin intención de mejorar el rendimiento: «La norma es clara: si un deportista demuestra cómo llegó la sustancia a su organismo y que carecía de falta o negligencia, como es mi caso, no debe ser sancionado. Es una regla sencilla que entiende cualquiera y que evita que se produzcan situaciones injustas a causa de la rigidez de la ley».


La Federación Española también lo ve ahora así. El artículo 296 de la ley antidopaje de la UCI contempla esa posibilidad: si el producto prohibido entra en el organismo de forma accidental, el deportista es declarado inocente.


Dos semanas atrás, el Comité de Competición de la Federación Española se fijó, en cambio, en otro artículo del código antidopaje de la AMA, el 2.1.1: «Corresponde a cada deportista asegurarse de que ninguna sustancia prohibida se introduzca en su organismo. El deportista es responsable de la presencia de cualquier sustancia prohibida que se detecte en sus muestras físicas». Y el castigo se eleva a dos años de suspensión, como le sucedió a la atleta española Josephine Onya. Por eso, hace quince días, el Comité de Competición propuso un año de castigo, una pena a medio camino.


Las reacciones políticas y judiciales no tardaron en llegar. La talla de Contador influyó: no es un gregario. El presidente de la Audiencia Nacional dijo que la ley antidopaje va contra derechos fundamentales y que no respeta la presunción de inocencia. Mientras la opinión pública hablaba de Contador, el Comité de Competición estudiaba las alegaciones presentadas por los abogados del ciclista, Andy Ramos y el suizo Roco Torricelli. Los defensores del corredor madrileño consideran demostrado que los controles sanitarios de la carne en España tienen fisuras, que Contador 'se dopó' de forma involuntaria y que ese mínimo nivel de clembuterol no le hizo ganar el Tour.


Además, se agarran a un precedente, el del tenista francés Richard Gasquet, absuelto por el TAS de su positivo por cocaína. Los abogados de Contador recogen una reflexión del TAS: «¿Es la intención del Código de la AMA reprochar a un tenista si besa a una extraña que ha conocido esa noche y que ha consumido cocaína?». La AMA responde que no. De ahí que Contador pregunte: «¿Es la intención del Código del AMA reprochar a un ciclista si consume carne en estas circunstancias?». Por ahí continuará el asunto Contador. Mientras, Contador ya tiene licencia, aunque provisional.