EL REAL ZARAGOZA ES DE PRIMERA

Como cuando fuimos campeones

La afición zaragocista se echó a la calle. Festejó la salvación con la plaza de España. La Policía Local cerró el acceso a la fuente.

No hubo chapuzón en la fuente de la plaza de España, pues la Policía Local acordonó el monumento; pero sí hubo celebración. Y bien grande. Como si de la Recopa o la Copa del Rey se tratara. Hacía mucho tiempo que la afición zaragocista no invadía su tradicional lugar de festejos. La anterior cita fue durante el verano pasado, pero no se trató de un título del Real Zaragoza, sino del triunfo de España en el Campeonato del Mundo de Sudáfrica. Sin copa que levantar, ayer los seguidores zaragocistas brindaron por algo mucho más importante, por la vida misma.Sin agua, sin baño en la fuente, todo fueron cánticos, gritos liberadores de tantas penas acumuladas en este año de pasión. Había chicos y mayores. Chavalitos del Real Zaragoza cadete, como el prometedor Pablo Belío, pedazo de centrocampista, pedazo de pelotero. Iban con la indumentaria del Zaragoza, con pantalón corto. Entre la masa, el ex concejal de Deportes Luis Pastor junto a su esposa, emocionados con la permanencia en Primera. También habían mayores, abuelicos que se emocionan al oír la jota, al ver las crecidas del Ebro, al ver salvarse a su Real Zaragoza, a nuestro Real Zaragoza.

No se escucharon referencias a Agapito. Sí fueron coreados los nombres de Gabi, de Lafita, de Ander. Y también, Aguirre, el verdadero artífice del festejo de ayer, el directo hacedor de este milagro. Por encima de nombres concretos, cabe subrayar la enorme energía de la globalidad ayer citada, auténticamente sobrecogedora. Entusiamo en el Coso, en Independencia. Y estaban, y estábamos, celebrando la continuidad en la Primera División. Merecen, merecemos, mucho más. Esta afición es de primera en Primera. Ayer lo demostramos, como cuando fuimos campeones.