REAL ZARAGOZA

Colunga: "Quiero seguir, pero depende del Recreativo"

Adrián Colunga Goles para la salvación. Es la marca de Colunga, vital para la (casi) permanencia y hombre que no oculta su voluntad de quedarse en el Zaragoza.

Colunga contiene el reto de Kameni antes de ejecutarlo.
Colunga: "Quiero seguir, pero depende del Recreativo"
TONI GALáN/APA

Explique lo de Kameni

Fue una broma. Me vino antes de lanzar el penalti a decirme que lo iba a parar y yo le contesté que nos jugábamos la permanencia. Le dije: "Anda, a ver si me lo coges". Quiso ponerme nervioso, como hacen todos los porteros.

El penalti de la (casi) salvación. ¿Cómo se gestiona la presión de un momento tan relevante?

No me lo pensé. Quería tirarlo. Sabía de su importancia, que nos jugábamos muchísimo, pero no me puse nervioso. Lo metí y es el premio a toda la temporada. Una alegría para todos.

¿Suele lanzarlos venciendo al portero?

Habíamos ensayado los penaltis y hablado que, si había uno, sería mío. Suelo entrenar esa manera de tirarlos, aguantando bastante al portero hasta que se lanza. Kameni se tumbó y se lo centré. Ahora hay que disfrutarlo.

Ese gol abraza la permanencia tras mucho sufrimiento. ¿El vestuario explotó más de felicidad o de alivio?

De felicidad, claro. Hemos sufrido mucho. No hemos jugado un fútbol brillante, pero lo hemos dado todo en el campo. Nos hemos vaciado. Y ver el premio de la permanencia es una inmensa alegría.

Su temporada nació torcida en Huelva y se ha abrillantado en Zaragoza. ¿Es también un premio para Colunga?

En Huelva, no empecé bien, pero estoy feliz porque tomé la decisión acertada. Aunque la sensación que tengo es que es un premio para todo el equipo. Hemos pasado por momentos de mucha tensión y ese penalty, ese gol, al Espanyol lo tiró todo el equipo.

Ha pasado de marcarle goles improductivos a Barça y Real Madrid a anotar los dos más importantes de la temporada. ¿El escaparate o el valor?

Me quedo con estos dos últimos, ante Deportivo y Espanyol. Han supuesto seis puntos y son una recompensa al sufrimiento y la tensión de estos meses. Yo he marcado los goles, pero todo el equipo ha estado de diez.

Seis goles en un puñado de minutos. ¿Siempre ha resultado un delantero tan eficaz, de pocas ocasiones y muchos goles?

Son rachas. Puedo marcar ahora diez en dos semanas y, luego, pasarme un mes sin marcar.

¿Qué balance efectúa de su contribución al Zaragoza?

Me hubiera gustado saber dónde estaba mi límite si hubiera tenido continuidad. Hubiera querido tenerla porque creo que podía haber aportado muchas cosas. Los dos únicos partidos que he jugado seguidos han sido los dos últimos. Me hubiera gustado contar con más oportunidades para aportar, pero me quedo tranquilo.

¿Cree que es el principal damnificado del sistema blindado y de un solo punta que prácticamente ha salvado al equipo?

Un poco. Pero han coincidido varias circunstancias. Me expulsaron ante el Sevilla y, después, regresé ante el Sporting en un partido en el que el equipo no estuvo bien. Luego, no jugué en un par de partidos. Nadie se acuerda que no participé ante el Getafe o el Atlético. Es cierto que me hubiera gustado ayudar más continuamente al equipo.

Comenzó jugando poco, de revulsivo, y marcando cuando salía del banquillo. Pero, al final, se ha convertido en un futbolista importante en un momento importante.

Me quedaba eso. Salir y hacerlo bien. Me daban cinco minutos y mi objetivo era intentar que me dieran diez al siguiente partido. Y luego, quince. Hay tener mucha fuerza mental en estas situaciones. No juegas, sales cinco, ocho o diez minutos? O treinta si igual el equipo está perdiendo. Siempre he tratado de seguir trabajando para jugar más.

Por su modo de jugar, siempre en el filo de la defensa rival, buscando la espalda, con rapidez en el desmarque, ¿le ha favorecido el estilo del equipo en estos últimos partidos, muy replegado y propenso a los balones largos?

Me siento cómodo así porque es la manera en la que trabajamos. Es un modo válido para tener la portería a cero y aprovechar arriba, como en La Coruña, donde marcamos en nuestra única ocasión. Es síntoma de equipo en gracia. Suelo hablarlo con el Chupete. Jugando así, entras poco en juego, hay muchos centros laterales y ni él ni yo medimos dos metros? es complicado. No llegamos mucho arriba, pero sabíamos que con un buen trabajo defensivo y con el estado de gracia arriba, marcando en las dos o tres ocasiones que generáramos, teníamos muchas opciones de vencer.

¿Se ve salvado?

Sí. Creo. Es difícil que los resultados no manden ahora a Segunda. Lo tenemos hecho, aunque mientras las matemáticas digan lo contrario hay que seguir trabajando.

¿Qué ha significado para usted el Zaragoza en estos cuatro meses?

Es un equipazo, uno de los mejores de España. En lo personal, acabar jugando aquí y ser alguien importante ha sido algo fundamental. Los retos individuales de cada jugador dependen de los del equipo. Mi prueba era no bajar con el Zaragoza y salvarlo.

Al final de la temporada expira su cesión del Recreativo. No hay opción de compra. ¿Cuál es su voluntad?

Me encantaría quedarme en el Zaragoza. Pero no depende de mí. Hay que esperar a lo que diga el Recreativo. Es mi propietario y hay que negociar con ellos.

¿Lo prevé sencillo?

Seré sincero. Que vaya a salir, existen bastantes opciones. Pero no sé cómo lo van a poner. Lo mismo pensaba el año pasado y me vi jugando con el Recreativo en Segunda. Nunca se sabe qué puede ocurrir en el fútbol.