Parecía imposible hace pocos meses que César Sánchez volviera a enfrentarse al Zaragoza.

En el fútbol, nadie sabe lo que le tiene deparado el futuro. En mi caso, parecía que tras irme del Zaragoza mi destino estaba encaminado en un sentido y, sin embargo, se ha ido por otro bien distinto.

Vive una segunda juventud y, además, en un equipo de campanillas

Soy un afortunado, un privilegiado por poder seguir viviendo con mi edad momentos tan intensos. Estoy disfrutando mucho del fútbol.

Cuando se fue del Zaragoza al Tottenham por la puerta de atrás casi todos le dieron por acabado.

En el último año y cuatro meses, la vida me ha enseñado muchas cosas. Todo va muy deprisa, cada vez más. Y hay que intentar vivir con intensidad los momentos buenos y olvidar enseguida los malos. Y, sobre todo, no mirar atrás demasiado.

¿El domingo en Mestalla, alguna de sus vísceras destilará acritud?

No. En absoluto. Al contrario. Desde que me fui a Inglaterra, sigo en contacto con mucha gente del Zaragoza. No tengo motivos de rencor hacia el club. Lo que pasó, surgió, se afrontó y se le dio una solución concreta. Hubo mucha presión y, con el tiempo, todo es entendible. Ya es historia. Y el Zaragoza es algo importante dentro de mi carrera como profesional. No le guardo rencor a nadie. Solo agradecimiento, sobre todo a la afición que tan bien me trató.

Qué cosas tiene el destino. Recuerdo que en Valencia era donde más le gritaban cuando iba con el Real Zaragoza.

Me lo recordaron nada más llegar. Muchas veces. En el último partido en Mestalla, perdimos y nos condenó casi al descenso. Y tuve lío por mi actitud. Pero a mí me gusta defender los colores que llevo en cada momento. Entonces eran los del Zaragoza, como este domingo serán los del Valencia.

Es usted titular y lleva 4 partidos sin encajar un gol. En Valencia ya se habla de batir récords.

Mi vida tiene últimamente cambios tan vertiginosos que nada me extraña. Empecé la Liga sin ser titular y, ahora que he entrado en el equipo, las cosas nos están saliendo de maravilla. El Valencia es un equipo muy equilibrado que va a intentar ser una alternativa a los dos grandes.

Y usted es su portero y uno de los abuelos de la Liga.

Tengo 38 años y, como siempre he procurado, voy a ser honesto. Primero conmigo mismo, y luego con mi club. Si un día veo que no estoy bien, decidiré dejarlo. Sé que debo vivir ya a muy corto plazo. Que me llamen abuelo, para mí es en estos momentos un motivo de orgullo.

¿Es éste su último año en activo?

No lo sé. Después de estos últimos meses de mi vida, he decidido no hacerme ningún plan. Ahora mismo, lo que más me apetece es jugar al fútbol. Y en eso estoy. Me parece maravilloso levantarme cada día a las 8 de la mañana y poder ir a entrenarme. El otro día, estuve en Madrid con todos los internacionales de la historia del fútbol español y hablé con gente que tiene 3, 4 o 5 años menos que yo y ya están retirados hace tiempo. Me veo disfrutando, en un club grande como el Valencia, y me siento feliz. Tremendamente feliz.

Ya sabe que el Zaragoza es el único equipo que ha marcado gol en todos los partidos. Toda una amenaza para su récord.

Sí, lo sé. Los sigo bastante. Lo hacía también por satélite el año pasado los 5 meses que estuve en Inglaterra. Sabemos que son muy fuertes a balón parado. Es un equipo bien trabajado tácticamente por su entrenador. Necesitan algo de tiempo para asimilar el cambio de Segunda a Primera, sobre todo porque es fácil que surjan fantasmas del pasado en los momentos de debilidad. Pero seguro que van a asentarse sin problemas.

¿Qué Valencia nos vamos a encontrar este domingo?

Nosotros estamos ahora muy bien. Pero hay que tener en cuenta que este jueves jugamos en Praga un partido vital en la 'Europa League' y eso siempre marca el siguiente duelo de Liga. En Chequia solo nos vale ganar y va a ser muy duro. Pero esperamos recuperarnos bien y dar de nuevo nuestro nivel liguero.

Y usted, como siempre, de rosa.

Me gusta ese color. Hasta hace poco he tenido que llevar otros, pero por fin he conseguido tener el mío.