ATLETISMO

Blanco y Pueyo lideran la fiesta

El catalán y la serrablesa se imponen en la XVIII Carrera Popular Carrefour que reunió en una matinal soleada a 17.108 corredores.

Lo decía Martín Fiz al finalizar la prueba: "El eslogan de esta Carrera Popular Carrefour debe ser el de transmitir los valores de hábitos de vida saludable". Toda una leyenda del atletismo nacional al que se unía en la valoración otro histórico, Abel Antón: "Nuestra labor es fomentar el atletismo, hacer que los jóvenes hagan deporte y que cada vez haya más aficionados". Fiz y Antón forman un tándem perfecto. Antaño mantuvieron una rivalidad en la prueba reina del atletismo, el maratón. Una época dorada en la que ambos se miraban de reojo y que, con el paso de los años, ha dado paso a una gran amistad que se traslada al asfalto. Ayer, en la Popular Carrefour, referente del calendario nacional, los organizadores decidieron que el vitoriano y el soriano compartieran el número 1. "Nos lo merecíamos los dos por igual", reconocían Fiz y Antón. Los dos más grandes maratonianos de la historia de España, dieron brillo a la tradicional cita atlética en Zaragoza, tranformada en una fiesta del atletismo, y se convirtieron en los principales abanderados de la filosofía del evento, que ayer cumplió su mayoría de edad: promocionar el deporte base y salud. No se llegó a la cifra de otras ediciones, pero los 17.108 corredores que se colocaron en la línea de salida en la soleada matinal de ayer, ubicada excepcionalmente en la avenida María Zambrano, respaldaron una prueba, en la que colaboran la Federación Aragonesa y la Asociación de las Naciones Unidas en España-Aragón, que siempre presenta múltiples alicientes.


Como ver en acción a atletas consolidados en la elite, como el catalán José Luis Blanco, bronce en los 3.000 obstáculos de los pasados Campeonatos de Europa de Gotemburgo, y el oscense Felipe Carnicer, uno de los mediofondistas que pisan fuerte en el panorama nacional. Y a la serrablesa María José Pueyo, que recibió el calor del público que ya conocía su citación olímpica, y a la zaragozana Isabel Macías, que puede acompañarle este verano a Pekín. Eran, junto con Fiz y Antón, los cabezas del cartel de la prueba más competitiva, la que completaba un circuito de nueve kilómetros, que tuvo un invitado especial: el viento.


"Es como si se hubieran abierto las puertas de Zaragoza", decía Fiz. El grupo salió compacto pero el rubio Blanco tenía ganas de guerra. Tiró y arrastró a Carnicer y Fiz. Antón se quedaba con las chicas por detrás. A falta de tres kilómetros, Blanco cambió otra vez el ritmo y sacó unos metros valiosos que mantuvo hasta la meta. Por detrás, Carnicer abandonaba al vitoriano cuando quedaban 2.000 metros. A Fiz, la carrera se le hizo "eterna". Pueyo subió por tercer año consecutivo al primer cajón del podio, escoltada por Macías, que brilla más en distancias cortas, y María Llorens. Paralelamente se disputó una prueba de cuatro kilómetros que ganaron Pablo Arrúe y Clara Cid.