REAL ZARAGOZA

Bandrés toma la palabra

El presidente del Zaragoza repasó la actualidad del club: la venta de Oliveira y la ausencia de un sustituto, la fragilidad económica y las dudas de inscribir un nuevo fichaje por Cuartero.

Eduardo Bandrés observa con atención a Leo Ponzio duarante la presentación del centrocampista argentino
Bandrés toma la palabra
ELENA MUÑOZ

Instantes después de representar al club en la puesta de largo de Leo Ponzio, Eduardo Bandrés desmenuzó los diversos focos de interés del Real Zaragoza. Bandrés usó, como suele ser habitual en él, un discurso político y contundente, utilizando el cuerpo a cuerpo con los medios de comunicación.


Comenzó justificando de un modo inaudito la escasez de refuerzos en el mercado invernal: "Solo hemos fichado a Leo Ponzio, pero ha habido más incorporaciones: Goni y Ander Herrera, dos jugadores del Zaragoza B que nos pueden dar un buen rendimiento. Además, la incorporación de Diogo al equipo se puede producir en poco tiempo".


Ante la falta de previsión y capacidad para reponer la venta de Oliveira, Bandrés intentó probar los esfuerzos del club: "Se han dado varias circunstancias. Es cierto que negociamos con otros futbolistas y, por otro lado, tenemos un contrato firmado con el Cruzeiro para el traspaso de Guilherme. Nosotros nos reservamos la opción de emprender acciones legales, porque esa incorporación se frustró por la voluntad del Cruzeiro, que quiso modificar las cláusulas del contrato. Y con otros jugadores, bien no se pudieron rescindir sus contratos; bien no se alcanzaron acuerdos con los clubes; o bien hubo opciones que no le aportaban garantías al cuerpo técnico y era mejor prescindir de ellas. Además, durante el sábado, quiero recordar que hubo momentos en los que Oliveira no salía del Zaragoza. Alfinal, pensamos que había en la plantilla potencial para el ascenso".


El club baraja desde el sábado la opción de conceder la baja a Cuartero y utilizar su ficha con un nuevo hombre. Sin embargo, Bandrés no dejó claro si se podrá ejecutar el plan: "Es un tema que no está en manos del club, depende de la situación médica del futbolista. No podemos adelantar acontecimientos, porque primero es necesario un informe que diga que al jugador le es imposible continuar con su carrera profesional. Y ahora no podemos decir cuál es la situación". En medio de estas dudas, es preciso aclarar que no es necesaria la invalidez de un futbolista para tramitar su baja. Con que un tribunal médico de la LFP corrobore que la recuperación se alargaría más allá de cinco meses, es suficiente, como ha ocurrido con De la Red o Diarrá en el Real Madrid o con el central Sergio Díaz en el Hércules.


A Bandrés se le insistió sobre cómo había afectado en Marcelino los problemas para ficharle un delantero, especialmente ante los obstáculos para mantener a Milito, Sergio García y Oliveira, delanteros con los que el técnico contaba en verano. "No hace falta que el técnico nos lo diga (en relación a los mensajes de Marcelino sobre la conveniencia de no perder a los tres). Todos sabemos del potencial de Oliveira. Teníamos alternativas, pero finalmente no se pudieron concretar", repitió el presidente del Zaragoza.


Bandrés continuó relatando el sentir de Marcelino: "El técnico ha sido comprensivo con la situación del club. Es parte implicada y entiende las circunstancias y posibilidades que hay ahora".


Y, ante todo, el presidente separó la falta de adquisiciones de los problemas económicos. "Había jugadores que podían llegar en condiciones asequibles, pero se decidió que no aportaban lo suficiente", aseguró Bandrés, que explicó su versión sobre los problemas de pago del club: "La credibilidad se compra o se vende en función de lo que digan ustedes (la prensa). Yo me remito a las declaraciones de los jugadores y hubo varias hablando de este tema (solo Ayala lo hizo). La situación económica es delicada, pero como en todas las sociedades anónimas deportivas y no deportivas de este país. No estamos peor. Es lo previsto".