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El Balonmano Huesca inicia la transición hacia el profesionalismo
El club afronta cambios en su estructura y la futura conversión en Sociedad Anónima Deportiva para competir en una Asobal profesional.
A partir de esta temporada, la Liga Asobal de balonmano tendrá la consideración de profesional y, por tanto, los clubes se han de adaptar a esta nueva realidad. También el Club Balonmano Huesca empezará a dar pasos en esta dirección y ha presentado las primeras novedades al respecto. Se crea la figura del gerente, que encarnará Néstor Oliva, y un grupo de trabajo para perfilar estos nuevos objetivos y, con el paso de los meses, la conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD). Se abre una nueva era en el club fundado en 1995 por un grupo de amigos que aún sigue al frente.
El presidente, Pachi Giné, y Oliva han presentado estos cambios estructurales para dejar atrás el anterior modelo de la Asobal, “caduco”, y que abre paso a una liga en la que se van a potenciar la búsqueda de recursos económicos y la visibilidad en beneficio de sus participantes. Así, la previsión del Club Balonmano Huesca es comenzar el curso el 3 de septiembre en la situación actual y convertir el primer equipo, el Bada Huesca, en SAD al final de la temporada. Segregar la cantera del deporte estrictamente profesional.
En este marco, Giné ha explicado que Néstor Oliva será “el qué repartirá juego”, la estructura sigue igual por lo demás pero necesitamos un catalizador”. Jesús Montorio seguirá al frente del área económica, José María Udina de la social y Daniel Ibáñez de la deportiva. Oliva, que acumula 15 temporadas en la entidad, estaba al frente de la cantera y le sustituirá en el día a día Lucas Calvo. Los tres ejes en lo que quiere trabajar el gerente son “ampliar la estructura y recursos, dar mayor visibilidad al deporte e intentar aumentar la masa social”, algo que también va a demandar la Asobal.
El nuevo grupo de trabajo, “con distintas personas cercanas al club y distintos perfiles con la idea de ayudar en el día a día”, está formado por Nacho Udina, Adrián Lera, Corina Precup, Javier Caudillo y Agustín Rodríguez y coordinado por el directivo Daniel Ramírez. El próximo se considera un “año de transición” en el que se va a perseguir “mejorar el espectáculo y vestir el Palacio de los Deportes. Conseguir más asistencia y que la gente disfrute”, ha apuntado Oliva con la vista puesto en el año del ascenso y una masa social que entonces tocó techo. A corto plazo, todo ello supondrá “cambios de implicación en los jugadores, se les va a pedir un extra. Nos representan y tenemos que hacerlos cercanos, que enganchen a la afición”.
