El reto es gigantesco, muy exigente, pero ni mucho menos inabordable. El Casademont se jugará este jueves (20.00) su clasificación para las semifinales de la Eurocup Women, frente al poderoso Villeneuve, y lo hará en un escenario de máxima dificultad: necesita remontar hasta 16 puntos de desventaja, tras haber claudicado en el partido de ida por 84-68. Pese a los numerosos obstáculos que plantea el desafío, el cuadro aragonés cree firmenente en sus opciones. Y tiene argumentos suficientes para consumar la gesta.

Capacidad competitiva

El Casademont se distingue por la fuerza del grupo. El rendimiento colectivo prima por encima de las individualidades. Todas las jugadoras reman con tenacidad, sin tregua, con sacrificio, disciplina y compromiso; un exitoso ideario que le reportado importantes réditos en la presente temporada: las zaragozanas se alinean en la cuarta posición de la tabla en la Liga Femenina Endesa, y se han colado entre los ocho mejores conjuntos del torneo continental. Con una capacidad competitiva admirable, el cuadro aragonés está rindiendo muy por encima de las expectativas generadas.

Solidez defensiva

En el ámbito defensivo, el entrenador del Casademont Zaragoza, Carlos Cantero, ha edificado un muro sólido, resistente, muy trabajado tácticamente, de permanentes ayudas, que neutraliza las principales fortalezas ofensivas del rival. En el campeonato doméstico, las zaragozanas han encajado 1.437 puntos en los 23 encuentros disputados, lo que supone un promedio de 62,4 tantos por duelo. Únicamente el Valencia Basket y el Perfumerías Avenidas –ambos con 61 puntos encajados– presentan mejores guarismos que las aragonesas en las labores de contención.

Y en la Eurocup Women, el Casademont finalizó la fase de grupos con 60 tantos recibidos por encuentro. De los 48 conjuntos que compitieron en esa primera ronda del torneo, solamente exhibieron una mayor solidez defensiva el Cadí La Seu (58), el Villeneuve (58,1) y el Asvel (58,8).

Dos únicas derrotas en Europa

En su primera experiencia continental, el Casademont ha ofrecido un rendimiento muy elevado desde el inicio. De hecho, completó una primera fase sin mácula, al finalizar líder de su grupo con pleno de victorias y un juego espectacular. La escuadra aragonesa ganó sus dos enfrentamientos con el Castors Braine belga, el Cadí La Seu español y el Grengewald de Luxemburgo. Ya en las eliminatorias directas, las zaragozanas derrotaron al Nesibe Aydin turco, en los dieciseisavos de final, tras imponerse en los dos encuentros disputados.

La primera derrota del Casademont se produjo en Polonia, ante el AZS Lublin, en la ida de los octavos de final; y fue por sólo tres puntos de distancia (69-66), después de un partido que pudo inclinarse del lado de cualquiera de los contendientes. En cualquier caso, las aragonesas avanzaron a la siguiente ronda, al derrotar al cuadro polaco en el pabellón Príncipe Felipe, en el partido de vuelta (58-50).

El otro revés llegó el pasado jueves, en Francia, en la ida de los cuartos de final, y fue un castigo excesivo (84-68). El Casademont perdió por una diferencia de 16 puntos, en un partido marcado por la deficiente primera mitad de las zaragozanas (45-26 al descanso). Y aunque el Casademont mejoró sobremanera en la reanudación, el resultado final obliga ahora a una proeza de altura para alcanzar las semifinales del torneo.

Fortaleza en casa

Al abrigo de su afición, el Casademont ha alcanzado una convicción en su juego que intimida a cualquier adversario. En este contexto se sitúan los triunfos ante el Spar Girona (60-61) y el Valencia Basket (77-55), dos de los equipos más imponentes del panorama continental. En la Liga Femenina, únicamente tres conjuntos han sido capaces de asaltar el pabellón Príncipe Felipe –Leganés (87-93), Perfumerías Avenida (62-76) y Gran Canaria (54-62)–. Y en Europa, el Casademont permanece invicto como local, tras haber obtenido la victoria en sus cinco compromisos: contra el Castors Braine (73-69), el Cadí La Seu (56-55) y el Grengewald (102-57), en la fase de grupos; y frente al Nesibe Aydin (72-67) y el AZS Lublin (58-50), en las eliminatorias directas.

Arbitraje

En Europa, el criterio de los colegiados suele beneficiar sobremanera al equipo local, tal y como delatan las estadísticas del partido de ida. Entonces, los árbitros se mostraron muy permisivos con la vehemencia defensiva del Villeneuve y, por el contrario, castigaron con falta personal cualquier nimiedad de las zaragozanas. Hasta 32 tiros libres ejecutaron las francesas, por los 14 realizados por el cuadro aragonés. Una diferencia abismal. Ahora, al jugar en casa, se espera un arbitraje más complaciente hacia el Casademont.

Sin bajas

En el partido de ida, tres de los principales activos de la plantilla aragonesa –Mariona Ortiz, Serena Geldof y Leo Fiebich– jugaron muy mermadas físicamente, aquejadas de un proceso gripal. Ahora acuden a la cita en plenitud, lo que debería aumentar su rendimiento.