baloncesto

El Casademont Zaragoza encaja su quinta derrota consecutiva en la Liga Endesa (76-85)

El equipo aragonés planta cara al poderoso Valencia Basket, pero acaba cediendo en el tramo final y estira su negativa trayectoria. 

Casademont Zaragoza-Valencia Basket
Casademont Zaragoza-Valencia Basket
TONI GALAN

El Casademont mejoró actuaciones pasadas, sobre todo en las labores de contención, pero su desempeño -notable por momentos- resultó insuficiente para sorprender al Valencia Basket, uno de los equipos más imponentes de la competición. Tal y como dictaba la lógica, los levantinos acabaron conquistando la victoria en el pabellón Príncipe Felipe (76-85), haciendo valer su mayor talento, su mayor amplitud de recursos y su mayor profundidad de banquillo. Sin embargo, lo hicieron con un sufrimiento inesperado, bajo un guión permanentemente cuestionado por el cuadro aragonés, que tiró de casta, arrojo y orgullo para guardar ambiciones de triunfo hasta el último suspiro de la contienda. A cuatro minutos de la conclusión, los zaragozanos se situaron a un solo punto de distancia (73-74), tras un certero triple de Nico Brussino, y después dispusieron de hasta dos posesiones para haber volteado el marcador. Sin embargo, la escuadra de Sergio Hernández no supo gestionar el tramo definitivo, víctima de su propia ansiedad, y finalmente no pudo evitar su quinta derrota consecutiva en el torneo doméstico. Con el duelo igualado, dos pérdidas de balón y dos errores en el tiro posibilitaron la reacción del Valencia, que ya no perdonó.

El Casademont compitió en los primeros compases. Fue un bloque firme y constante atrás, sin las desatenciones de anteriores partidos; al mismo tiempo que ofrecía templanza y serenidad en sus acciones de ataque, buscando siempre la mejor opción para anotar y castigando repetidamente los desajustes de su oponente. En este escenario, el cuadro aragonés encontró con facilidad a Hlinason y Elias Harris en la pintura (cuatro puntos cada uno), además de golpear también desde el perímetro con los triples de Dylan Ennis y Rasheed Sulaimon. Los zaragozanos edificaron una renta de seis puntos (18-12) en el marcador, a los siete minutos de juego, lo que conllevó el tiempo muerto de Jaume Ponsarnau. A partir de ahí, el Valencia Basket resolvió sus desequilibrios en los dos lados de la pista y, de hecho, llegó a ponerse por delante con las canastas de Nikola Kalinic y de Derrick Williams (18-19), todos sin excesiva oposición. Los visitantes facturaron 9 tantos en apenas dos minutos. El Casademont, sin embargo, se sobrepuso a la reacción de su adversario, y pudo igualar la contienda al cierre del acto inaugural (21-21).

En el segundo cuarto, el Valencia enseguida recuperó el mando. Lo hizo, sobre todo, con un acierto devastador desde más allá del arco, la mayoría tras exhibir los aragoneses importantes lagunas en su sistema de contención. Los triples de Dubljevic, Marinkovic y San Emeterio retrataron los problemas defensivos del equipo local, que al menos minimizó los daños con el sobresaliente desempeño de Hlinason en el juego interior (33-34). El islandés completó una primera mitad formidable, con 8 puntos anotados y 5 rebotes capturados (14 créditos de valoración) en los 14 minutos que permaneció sobre la pista, con un solo fallo en sus lanzamientos, al margen de emplearse atrás con su firmeza y determinación habituales (2 tapones realizados). El pívot intimidó, modificó los tiros de sus adversarios; y los visitantes dejaron de anotar, lo que allanó el camino hacia la remontada (35-34).

Bastaron, no obstante, dos pérdidas de balón y dos malas selecciones de tiro para que los levantinos volvieran a situarse por delante en el marcador (38-45), justo en el intermedio, con Joan Sastre como principal ejecutor. Demasiado castigo para el Casademont Zaragoza. Los equipos grandes no admiten ni una sola distracción, y el Valencia es uno de los bloques más rutilantes del panorama europeo

El Casademont se manejó con dudas en los primeros compases de la reanudación, que se tradujo en un 0-4 de parcial a favor de los levantinos (38-49). Sin embargo, el Casademont se recompuso con inmediatez, con 8 puntos en apenas 90 segundos -cinco de Robin Benzing-, para volver a creer en la victoria (45-49). Pero el Valencia dispone de numerosos argumentos en sus filas. Es un equipo imponente, que castiga con saña cualquier concesión de su rival. Y enseguida amplió su ventaja hasta los 10 tantos (47-57), tras las buenas acciones bajo los aros de Mike Tobey y de Louis Labeyrie. Emergió entonces la figura de Elias Harris, quien sostuvo a los zaragozanos en unos momentos especialmente comprometidos. A la media hora, la escuadra levantina seguía gobernando el marcador, aunque ni mucho menos había sentenciado la contienda (57-64). Había partido.

En el tramo final, los visitantes golpearon en sus primeras acciones, pero el Casademont se sobrepuso con seguridad y convicción, con una fe inexorable en sus propias posibilidades de triunfo. Y pudo agarrarse a Brussino para cuestionar la superioridad de su oponente: el argentino, muy incisivo, fue un azote constante para los valencianos en el cuarto definitivo. El duelo llegó igualado (74-74) a los últimos dos minutos; pero el Valencia, a partir de ahí, anotó en cada uno de sus ataques, mientras los locales evidenciaban dudas, inseguridad y descontrol.

El ‘play off’ ya es una aspiración irreal, un reto totalmente inabordable, pero quedan otros objetivos por consumar. Entre ellos, la clasificación del equipo para los torneos europeos, y recuperar la esencia competitiva para la fase final de la Champions League, cuya presente edición se resolverá del 5 al 9 de mayo; pero también la aplicación de valores muy estimables como la ambición, la profesionalidad y el decoro deportivo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión