Casademont zaragoza 101-80 Baskonia

Homenaje al baloncesto del Casademont

El equipo aragonés también arrolla al Baskonia (101-80), tras otra memorable actuación, y suma su duodécima victoria de la temporada.

El Casademont Zaragoza clausuró el año con una nueva victoria (101-80), la duodécima en la Liga Endesa, tras completar otra sobresaliente actuación al calor de sus aficionados. Fue otra victoria de altura, de rango mayor, ante una de las plantillas más rutilantes del panorama europeo. Anteriormente, el Real Madrid y el Barcelona ya habían claudicado en el pabellón Príncipe Felipe, sometidos por el empuje, la vitalidad y la insistencia de los zaragozanos. Y este sábado fue el Baskonia, otro gigante, otro aspirante a todo, el que dobló irremediablemente la rodilla ante el cuadro aragonés, cada vez más cuajado y seguro de sus fuerzas. Otro partido espectacular, brillante por momentos, que engrandece la estatura de un grupo solidario, comprometido y ejemplar. Es ahí, en la fuerza del grupo, donde los aragoneses han edificado su exitosa andadura en el curso actual.

Con este desenlace, el Casademont se aúpa a lo más alto de la clasificación, a la espera del Clásico que dirimen este domingo el Barcelona y el Real Madrid, cuando restan dos jornadas para el término de la primera vuelta. Además, el equipo de Porfirio Fisac consuma otro reto de envergadura: accede como cabeza de serie a la próxima edición de la Copa del Rey, que se desarrollará en Málaga del 13 al 16 de febrero.

El Casademont volvió a exhibirse en todos los aspectos del juego. Es un bloque equilibrado, competitivo y solvente, sin egoísmos, con numerosos argumentos en los dos lados de la pista, y que viene ejecutando perfectamente el ideario de su entrenador. En este sentido, la propuesta de Porfirio Fisac se distingue por un baloncesto ágil, dinámico y creativo, de posesiones cortas, rápido en las transiciones, con una correcta ocupación de los espacios y unas responsabilidades muy bien definidas en cada jugador. Un equipo arrollador, sin fisuras, que se maneja en todo momento con una superioridad manifiesta.

El Casademont inició el choque con seguridad y convicción, emitiendo señales muy positivas en su juego, pero fue reduciendo su rendimiento conforme avanzaba el acto inaugural. En los primeros compases, el equipo aragonés buscó con insistencia la pintura, dotando de buenos balones a sus jugadores interiores. Sobre todo a Javier Justiz, quien protagonizó las primeras acciones ofensivas de los zaragozanos (10-4). A falta de juego colectivo, las soluciones del Baskonia llegaron entonces a través el talento individual de Matt Janning. El americano, letal desde el perímetro, igualó la contienda con dos triples consecutivos (12-12), en el ecuador del primer acto, y Shengelia puso por delante a los visitantes, poco después, con un espectacular mate ante Hlinason (12-14). Sin acumular apenas méritos, el cuadro vitoriano había volteado el marcador. El preparador del conjunto local, Porfirio Fisac, detuvo el partido para corregir los desajustes de los zaragozanos, quienes sumaban hasta cuatro minutos consecutivos sin anotar.

El desatino ofensivo de los locales se prolongó hasta el cierre del primer acto. Y el Baskonia no desaprovechó concesiones de tal magnitud: amplió su renta con las canastas de Fall (14-20), frente a un Casademont que, por entonces, se manejaba en ataque con una dificultad imprevista.

El equipo local elevó sus prestaciones en el segundo acto. Y su notable mejoría enseguida le reportó réditos. Sostenido ahora por una defensa perseverante y tenaz, sin fisuras, anuló las primeras acometidas de su adversario. Y, al mismo tiempo, supo aplicarse en ataque con clarividencia y criterio, hallando situaciones muy ventajosas para anotar. Los triples de Brussino y Ennis, y el desempeño de Hlinason en el juego interior, devolvieron la ventaja a los locales al filo del cuarto de hora (24-22). El Baskonia vivía sus peores momentos. Alocén, con un certero triple al límite de la posesión, y de nuevo Ennis, con otro lanzamiento desde el perímetro, aumentaron la renta de los aragoneses hasta los seis puntos (30-24). El Casademont había modificado su aspecto, había recuperado su esencia competitiva, y había castigado los desequilibrios de su adversario con un contundente parcial de 17-4 en el segundo cuarto (31-24). De ahí hasta el descanso, el equipo vitoriano ofreció pequeños síntomas de reacción, más por carácter y orgullo que por juego. Sin una propuesta colectiva solvente, los visitantes se agarraron al acierto de Shields y Janning para seguir creyendo en la victoria. Argumentos insuficientes, en cualquier caso, para inquietar a un Casademont que enérgico y combativo, muy seguro de sus fuerzas. Al descanso, los de Fisac seguían gobernando el duelo (39-31), tras haber reducido a la mínima expresión la amenaza exterior de los vascos (2 de 16 en triples, lo que se traduce en un 18% de efectividad).

El Baskonia se agarró a Shields, un francotirador formidable, para elevar su facturación ofensiva en los primeros compases de la reanudación. El alero estadounidense, con ocho puntos consecutivos -seis de ellos desde el perímetro-, lideró el intento de remontada de los vascos. Sin embargo, la reacción visitante enseguida se quedó en un amago de la nada, tras los triples de San Miguel y Benzing, y una canasta de Radovic que conllevó un tiro adicional. Tras otro lanzamiento de Benzing desde la línea de 6,75, Dusko Ivanovic solicitó un nuevo tiempo muerto. Los zaragozanos habían edificado una renta de 12 puntos en el marcador (55-43).

Shields continuó percutiendo, sobre todo desde la línea exterior, pero el Casademont volvió a responder con contundencia y prontitud, ahora con las acciones de Brussino y Fran Vázquez. E inmediatamente después, tras otra gran defensa de los locales, Carlos Alocén protagonizó la jugada del partido, mezcla de talento, velocidad, astucia, ingenio y determinación. Su genialidad finalizó en un 2+1 que hurgaba en la herida de los vitorianos. Brussino, con un triple, y Barreiro, desde la línea de personal, ampliaron la distancia del Casademont hasta los 21 puntos (72-51), a la media hora de partido.

De ahí hasta el final, el Casademont disfrutó de un choque plácido y sosegado, sin sobresaltos -facturó 62 puntos en la segunda mitad-, ante un oponente resignado al curso de los acontecimientos. Un Baskonia deprimido y desencantando, sin alma, sin orgullo, sin fe, que fue arrollado en todos los órdenes del juego. Fue otra jornada festiva en el pabellón Príncipe Felipe. Otro partido estelar. Otro homenaje al baloncesto (101-80). Y ya van…

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