Adiós a un campeón

El CAI Zaragoza se despide del 'play off' tras perder (95-101) con orgullo frente al Real Madrid.

Imagen del partido entre el CAI y el Real MAdrid
Imagen del partido entre el CAI y el Real MAdrid

La ovación que recibió el CAI Zaragoza cuando acabó el partido frente al Real Madrid no fue la de un equipo que había sido eliminado del 'play off', sino la de un campeón. Los rojillos habían perdido (95-101) el segundo partido de la serie, pero el Príncipe Felipe aplaudía a un conjunto orgulloso, que había luchado de tú a tú durante 40 minutos contra uno de los mejores equipos de Europa.


La despedida fue agridulce, con la tristeza inherente a cualquier adiós, pero también con la satisfacción del trabajo bien hecho. Podría haber sido mejor, está claro, pero no hay que restarle valor a la temporada de un CAI Zaragoza que ha cumplido sus principales objetivos: Eurocup, Copa del Rey y 'play off' por el título. Y es que no es lo mismo perder, que perder contra un Real Madrid que tuvo que recurrir a su mejor versión para vencer al equipo de José Luis Abós.


El Real Madrid quería demostrar quién mandaba, y lo ha hecho con un triple de Dani Diéz, pero este CAI no se deja amedrentar, y menos en el Príncipe Felipe. Al primer envite blanco respondía Sanikidze, primero con un tapón en su canasta y luego con dos tiros libres y un mate en la contraria. Con el georgiano enchufado, los blancos respondían desde la línea de tres y se alimentaban del rebote defensivo del CAI Zaragoza, que no lograba cerrarlo ante jugadores de gran porte.


Mientras los rojillos sumaban poco a poco, el Real Madrid se agarraba a los triples de Carroll. Desde la línea de 6,75 también hacían daño los aragoneses, que con dos triples consecutivos de Rudez dejaban el increíble tanteo de 29-26 en los primeros diez minutos, que si han ofrecido algo espectacular ha sido -otra vez- un 'alley-oop' de Sanikidze, cuya acción ha levantado de su asiento a todo el pabellón.


Mientras el CAI Zaragoza sudaba cada canasta, el Real Madrid acechaba con los puntos de Mejri en la pintura -hasta que hizo la tercera personal y Laso lo cambió- y con los de Sergio Rodríguez y Carroll desde la línea de triple. Cada vez que los rojillos abrían, a base de trabajo y casta, el más pequeño hueco en el marcador, los blancos anotaban de nuevo con aparente facilidad. Hasta los triples que no tocaban aro se convertían en asistencias para los visitantes. Perdido el pequeño colchón del CAI, el Real Madrid construyó el suyo, de hasta ocho puntos, que los aragoneses lograron reducir a cuatro justo antes del descanso.


Con esa desventaja, pequeña en cualquier otro partido, pero no tanto teniendo en cuenta la entidad del rival, comenzaba el tercer cuarto. Tras el descanso, los de Abós salieron concienciados de la importancia de no volver a dormirse, como había ocurrido en el primer partido, pero a este Real Madrid es difícil aguantarle el ritmo. Habían logrado una ventaja de 7 puntos los blancos, pero han aparecido Elonu, con un palmeo, y Roll y Sanikidze, con un triple cada uno, para darle la vuelta de nuevo al marcador (63-62). Entonces ha llegado la reacción del Real Madrid (65-69) y la polémica, sobre todo a raíz de una falta técnica en contra de Abós que ha encendido al Príncipe Felipe, ya molesto con varias decisiones de los colegiados que han considerado perjudiciales para su equipo. Después, una lluvia de faltas contra el CAI le ha permitido al Real Madrid acabar el cuarto con nueve puntos de ventaja (75-84).


Pero a este CAI Zaragoza no se le puede dar por muerto, y los rojillos resurgieron después de que los blancos hubieran logrado la máxima ventaja (12 puntos; 75-87) del partido. Dos triples, uno de Stefansson y otro de Tabu, dejaban a los locales a seis (81-87) y, a falta de menos de tres minutos, un fallo de Sergio Rodríguez desde la línea de triple permitía a Rudez recortar la diferencia a solo cuatro. Pero ahí se ha acabado el amago de remontada. Viendo peligrar la victoria, el Real Madrid se ha puesto serio y el CAI ha fallado en sus últimas opciones de reengancharse al duelo. Al final, los rojillos han perdido de seis (95-101) y se despiden hasta la temporada que viene. No es un adiós, sino un hasta luego para regresar con más fuerza.