El CAI Zaragoza no logró darle la vuelta a la lógica en el primer partido (78-70) de los cuartos de final, pero soñó con hacerlo hasta el final. No es poco cuando el rival es el Real Madrid, el líder de la ACB con más victorias en una temporada, campeón de la Copa del Rey y finalista de la Euroliga, y cuando el que planta cara es el CAI Zaragoza, un equipo modesto que se agiganta cuando la ocasión lo requiere. Competir contra este Real Madrid ya es una victoria, aunque tan solo sume en el casillero del orgullo.

El conjunto de José Luis Abós tuvo opciones hasta el final pese a su desconexión en el tercer cuarto, con la que ofreció al Real Madrid una ventaja de 14 puntos que parecía definitiva. Pero el CAI, el mismo que pierde partidos absurdos cuando no toca, también es el CAI que se crece ante la adversidad, que no baja los brazos aunque enfrente estén Llull, Sergio Rodríguez, Mirotic o Felipe Reyes.

A los rojillos no se les puede reprochar nada en cuanto a esfuerzo, aunque la derrota dejó la sensación de que el CAI Zaragoza desaprovechó una buena ocasión de materializar una sorpresa épica. El bajo porcentaje en triples -un 25%, con solo 4 de 16-, la escasa aportación de varios jugadores importantes y alguna cuestionable decisión arbitral dejaron sin sus pocas opciones al conjunto aragonés, que al menos ha ganado moral para afrontar el segundo partido, que se jugará este domingo (12.40) en el Príncipe Felipe.

El Real Madrid sufrió más de lo que esperaba, y lo hizo desde el principio. El CAI anotó primero y mandó durante buena parte de un primer cuarto de anotación alta que acabó con un punto de ventaja para los blancos (19-18). El CAI Zaragoza, ordenado y con un magistral Sanikidze, que dejó algunas de las mejores jugadas del partido, se lo puso difícil a un Madrid sin Rudy Fernández. Pero el hueco del alero, que no se ha recuperado de una fisura en su dedo anular, lo llenaron Felipe Reyes -máximo anotador del duelo, con 18 puntos- y Sergio Llull en la anotación, y el otro Sergio, Rodríguez, en la dirección.

Elonu había salido con las ganas del último en llegar, pero su ímpetu fue tan grande que a los tres minutos ya acumulaba dos faltas personales, que obligaron a Abós a apostar por Fontet: jugó 15 minutos en la primera mitad, ya que el nigeriano no volvió a salir hasta el tercer cuarto. No lo hizo mal el pívot catalán, pero no tan bien como para que los caístas no se acordaran de jugadores como Shermadini o Henk Norel. Y es que en el juego interior logró el Real Madrid controlar el marcador, sobre todo gracias a un Felipe Reyes inmenso.

En el inicio del segundo cuarto se volvieron a escapar los blancos con un parcial de 6-0 tras los primeros síntomas de flaqueza del CAI, pero los aragoneses se recompusieron gracias a Sanikidze y Roll, los únicos que lograban desatascar los bloqueos caístas. Un triple de Roll, precisamente, volvió a adelantar (28-29) a los de Abós, que pagaban su desacierto en el tiro exterior. El del americano era el primer triple de los visitantes tras haber comenzado el encuentro con un redondo 0 de 5. Pero el Real Madrid no perdonó, y en el descanso la ventaja era de nuevo para los blancos (39-33).

Bajón en el tercer cuarto

Como ya había ocurrido en varias ocasiones durante esta temporada, el bajón del CAI Zaragoza llegó en un tercer cuarto en el que el partido ya parecía prácticamente perdido. Llegaron a perder hasta de 14 los aragoneses, condenados por un 10% de acierto en triples -1 de 10- y la desaparición de tres jugadores importantes. Hasta el tercer cuarto no anotaron sus primeros puntos Jones y Stefansson, y para ver la primera canasta de Rudez todavía hubo que esperar hasta el último periodo.

Pero el CAI Zaragoza ni bajó los brazos, ni tiró la toalla, ni dijo adiós muy buenas, y con un parcial de 0-7 en el final del cuarto (55-48) llegó a los últimos 10 minutos con cierta esperanza. Entonces apareció Jones, con 11 puntos solo en el cuarto final, para meter la primera canasta  del cuarto y dejar a los aragoneses a cinco, que llegaron a convertirse en solo tres (55-52) a falta de ocho minutos para el final. Allí estuvo el partido, pero el CAI no aprovechó sus ocasiones, o dejó al Real Madrid que aprovechara las suyas. La cuestión es que Llull rompió el igualado marcador desde la línea de triple, y con una desventaja de ocho puntos, los de Abós empezaron a perder fuerza.

Sin embargo, Jones y Rudez, desaparecidos hasta entonces, mantuvieron la fe rojilla y pusieron al CAI Zaragoza a seis puntos del Madrid cuando quedaban 56 segundos para el final. Era cuestión de anotar o morir, pero el que lo hizo fue el conjunto blanco, que sentenció el duelo (78-70) con una canasta de Bourousis. El Real Madrid se quedó con la primera victoria; el CAI, con la convicción de que, en el Príncipe Felipe, sí se puede.

Ficha técnica

78 - Real Madrid (19+20+16+23): Carroll (3), Mirotic (9), Darden (9), Llull (16), Bourousis (11) y -equipo inicial-, Rodríguez (8), Díez (3), Mejri, Slaughter (1) y Reyes (18).

70 - CAI Zaragoza (18+15+15+22): Roll (13), Elonu (5), Llompart (2), Sanikidze (12) y Tomás (4) -equipo inicial-, Jones (13), Stefansson (4), Rudez (5), Tabu (10) y Fontet (2).

Árbitros: Juan C. Arteaga, Miguel A. Pérez y Jorge Martínez. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente al primer encuentro del playoff de cuartos de final por el título, al mejor de tres partidos, disputado en el Palacio de Deportes de Madrid, ante 8.428 espectadores.