Aunque sea inglés...

Atesora Pennant, sin duda, una calidad admirable. Y su sola presencia es capaz de cambiar los partidos. Su vocación revulsiva se vivió, sin ir más lejos, el pasado domingo, ante el Sporting, cuando ofreció –como suele hacerlo- un puñado de envíos envenenados al área que, como también ocurre a menudo, el equipo no aprovechó. Hasta que Arizmendi le puso la cabeza a un medio gol del inglés. El británico se mereció entrar en las quinielas de la titularidad. Porque es un bien que suma en este Real Zaragoza.


Pero a Pennant le cuesta entender. El domingo puso al banquillo al borde de un ataque de nervios, al no cumplir las indicaciones de José Aurelio Gay. Todavía se maneja en su inglés natal –ahí le ha venido a echar una mano Nayim- y vive por tanto de una manera distinta la compleja situación del Real Zaragoza.


El británico ha sufrido hoy la reacción de un técnico que habla en nombre de un grupo; de un conjunto que sabe lo que se juega, que lucha por estar comprometido. Ayer mismo, Gay llamó la atención de los suyos durante más de media hora. Y el equipo reaccionó con un entrenamiento intenso. Conscientes de lo que se juegan.


En esta situación, nadie se puede hacer el sueco. Aunque sea inglés.