DISCAPACIDAD

Aragua, el reto de la superación

Ayer se presentó oficialmente el primer club aragonés de personas con discapacidad.

Los integrantes de Aragua, todos ellos nadadores de prestigio, ayer durante la presentación oficial del equipo.
Aragua, el reto de la superación
ARáNZAZU NAVARRO

¿Cómo se puede ser bracista sin brazos? Javier Hernández nació sin ellos, hace 31 años; pero jamás se ha dejado vencer por el desánimo: periodista, escritor y nadador de élite, Javier ha ido sorteando todas las adversidades con arrojo, entereza y determinación. Porque Javier sólo admite un imposible en su vida: «La imposibilidad de vivir sin plantearme desafíos», advierte.

Una actitud firme y decidida, sin contrariedades. En este sentido, Javier nunca ha ofrecido síntomas de flaqueza: ni una debilidad, ni un paso atrás, ni una sola renuncia a sus propias creencias... Nada ha podido demoler sus sueños, por muy ambiciosos que fueran. Por eso ayer, en la puesta de largo de Aragua -el último reto de Javi-, no hubo ningún signo de extrañeza entre los presentes. Solo de entusiasmo y admiración.

Aragua es el primer club aragonés de personas con discapacidad. Un equipo dedicado íntegramente a la natación, y formado por 15 deportistas habituados a competir en la élite: Nuria Embid, Elisabet Villarroya, Iván Fernández, Paz Monserrat, Diego Batuecas, Fernando Gracia, Juan García, Héctor Gil, Beatriz Mansilla, David Valero, Miguel Ángel Gracia, Julio del Cerro, Marian Pasamar y Héctor Gil, además de Javier, quien también ejerce de presidente del club.

Pero las perspectivas de Aragua no se reducen a la alta competición. «Nuestras expectativas son mucho más amplias. El proyecto tiene un objetivo deportivo, porque queremos que Aragón se consolide en los primeros puestos de la natación adaptada española», explica Javier. «Pero también existe un objetivo social -añade-. Tratamos de fortalecer, a través del deporte, la integración diaria de las personas con discapacidad».

De momento, el proyecto resulta ilusionante. «Lo más importante es que somos una gran familia», observa Héctor Gil, uno de los mejores nadadores españoles, quien se mostró «gratamente sorprendido» por el «enorme apoyo» que está obteniendo el equipo. «En Asturias, donde yo competía antes, apenas contábamos con ayudas. Y aquí, sin embargo, todos se están volcando con nosotros. Estoy impresionado», confiesa Héctor.

Y mientras Aragua avanza en su labor integradora, sus nadadores, lejos de eludir sus obligaciones deportivas, siguen planteándose nuevas metas. La intención, ahora, es alcanzar los Juegos de Londres 2012. Un reto mayúsculo, pero accesible. Que se lo pregunten si no a Javier...