Ángel Royo, nuevo entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca, ha comentado que intentará hacer un trabajo de continuismo con la labor realizada por su antecesor, Onésimo Sánchez, del que va a intentar aprovechar todo lo que ha realizado la recién terminada temporada.

El técnico oscense, que con Onésimo ejerció como segundo entrenador, ha destacado en la rueda de prensa de presentación que cuando la directiva le comunicó que había decidido darle el cargo de entrenador el primer extrañado fue él.

«Lo primero fue sorpresa porque no me lo esperaba. Las oportunidades pasan una vez en la vida y vamos a intentar aprovecharla y hacerlo lo mejor posible», ha añadido.

Cuando el club llamó a Royo para decirle la misión que le iban a encomendar, rápidamente dijo que sí: «no me costó un segundo pensármelo. Es el sueño que tiene todo el mundo en el momento que entra en este ciclo de entrenador y además hacerlo en casa, y defendiendo la camiseta con la que sufres y te alegras, es un orgullo».

El nuevo entrenador del Huesca se ha mostrado muy ilusionado con el nuevo reto y ha señalado que está muy contento y con muchas ganas de empezar.

«El objetivo de un club modesto como el Huesca pasa por la permanencia» ha comentado Royo, que ha añadido que ese será el primer objetivo pero que, a partir de ahí, verá en qué situación se está y si se puede lograr algo más.

El nuevo preparador del equipo altoaragonés ha reiterado la continuidad en el trabajo realizado la pasada temporada intentando aprovechar lo bueno que se ha hecho, «porque no va a caer en saco roto», y que luego el objetivo es ir sumando.

El Huesca, según Angel Royo, tiene una personalidad y se ha hecho respetar por esa base de la que no se piensa salir.

«Vamos a intentar aumentarla y mejorarla y buscaremos otras vías por dónde sorprender al rival. Igualmente buscaremos otras características menos desarrolladas o de las que carece el equipo», ha indicado el nuevo técnico del conjunto azulgrana, que ha añadido, sobre sus jugadores, que forman un grupo de trabajo «enorme» al que da gusto ver entrenar y que se deja la piel en el campo, lo que supone «una garantía».