TERCERA DIVISIÓN

Amenaza de huelga arbitral

Los colegiados aragoneses pueden paralizar el arranque liguero en Tercera este domingo si el comité no accede a sus peticiones

La agitación que vivo el colectivo arbitral en Aragón puede paralizar la primera jornada en la Tercera División. El malestar de los colegiados de esta categoría es evidente, y lo trasladarán al presidente de Comité Técnico Aragonés de Árbitros, Luis Duro Gil, en la reunión fijada para mañana a las 20.00 en los locales de la organización. Si el comité no accede a las peticiones de los árbitros, el próximo fin de semana no arrancará la categoría reina del fútbol regional, o, si lo hace, será arbitrada por colegiados de Regional Preferente o de otra territorial.


Toda esta sensación de desasosiego se sintetizará en dos puntos estimados como básicos por los árbitros en la negociación: la reconsideración de los baremos de kilometraje para las dietas en el fútbol base, y el minutaje. Hasta hace escasas semanas, la dieta completa la percibían los colegiados en los partidos de fútbol base que se disputaran a partir de 50 kilómetros. Ahora, dicha cantidad ha sido aumentada a 75 kilómetros. Además del perjuicio económico que este hecho supone para los árbitros, ha molestado la forma en la que se adoptó la modificación, pues se hizo sin consulta previa.


Los árbitros también solicitan la supresión del minutaje en la Tercera División. El minutaje es un coeficiente multiplicador de las puntuaciones obtenidas por los colegidos en sus informes en Tercera División. Dicho factor está sujeto a las actuaciones que los árbitros desarrollen en fútbol base, no en Tercera.


Si Duro Gil accede a anular estas dos medidas adoptadas, la jornada en Tercera se disputará con normalidad. Si las mantiene, los árbitros plasmarán su disconformidad con la organización de una huelga que luego podría extenderse a otras categorías de la regional.


La esperada promesa


Las diferencias no parecen insalvables. En cualquier caso, aunque la temporada arranque el próximo fin de semana, la inquietud que agita el Comité Aragonés de Árbitros se aprecia por todas sus caras. Fle, presidente de la Federación Aragonesa, reiteró hace escasos meses en las últimas elecciones (las primeras con más de un candidato) su intención de que los árbitros elijan a su presidente. El actual, Luis Duro Gil, fue elegido de forma directa por Fle, sin consulta democrática previa a los afiliados.


En la junta directiva del comité las diferencias también son manifiestas. La reciente dimisión del vicepresidente, Andrés Moltó Calvo, manifiesta el cisma en el órgano rector. También acaban de dimitir como asambleístas dos colegiados de gran carisma: Luis Miguel Vallejo Aznar y Carlos Frechoso Beltrán. Los dos fueron elegidos para una legislatura de cuatro años. A los dos meses, Vallejo ya ha dicho adiós por escrito a la Asamblea de la Federación, y Fechoso de forma oral. Considerando que los 10 asambleístas por el estamento arbitral afines a Óscar Fle fueron elegidos por los afiliados por un margen muy estrecho respecto a los afines al candidato José Alonso, las renuncias de Vallejo y Frechoso destapan la profunda herida abierta en el arbitraje aragonés. La huelga solo representará la desazón que sufren. La solución real cabe situarla en la celebración de unas elecciones verdaderamente libres en las que los árbitros señalen como presidente a la persona que mejor defienda sus intereses.