FÓRMULA 1

Alonso, contra los elementos en Montmeló

En el GP de España se podrá comprobar por primera vez el valor de cada monoplaza y será la carrera que marcará la pauta de la temporada.

El Gran Premio de España que se disputa este fin de semana en Montmeló marcará el resto de la temporada. En el circuito catalán se podrá comprobar el verdadero valor de cada monoplaza, especialmente después de las pruebas de la semana pasada, donde estuvieron todos menos Super Aguri, cuya participación en la primera carrera europea no está aún asegurada. En los entrenamientos privados de Montmeló se pudo ver la progresión del Renault, que puede hacer soñar a la afición española, aunque ya se encarga Fernando Alonso de frenar la euforia para que no haya decepciones. Lo más importante es que la carrera española servirá de pauta para lo que se avecina y el potencial de cada equipo se demostrará ya en los entrenamientos cronometrados del sábado.


Las tres primeras carreras, como ocurre habitualmente, han servido para confirmar que hay tres equipos que están por encima del resto, aunque en circuitos muy singulares y diferentes, donde ha habido muchas variantes que no han dejado aún clara la jerarquía. McLaren comenzó la temporada arrasando y se pensó que la debacle de Ferrari en Australia iba a dejar a los coches plateados el camino libre, pero la alegría les duró poco a los pilotos de Ron Dennis. En Malasia el panorama fue completamente diferente, y sólo hubo algo en común con Australia: las prestaciones de BMW y la desastrosa actuación de Massa. Bahrein fue un nuevo cambio de escenario, con Massa impecable y McLaren y Hamilton sumidos en la desesperación y con el norte perdido, mientras BMW, con la primera 'pole' en el bolsillo, volvió a estar ahí, haciéndose con el liderato entre los constructores, con Kubica empatando a Hamilton en el Mundial, y con el discreto y silencioso Heidfeld en segunda posición.


¿Cuál es la realidad del Mundial? ¿Australia, Malasia o Bahrein? Probablemente, ninguna de las tres. La clave está en Montmeló. Una pista conocida por todos, a la que llegarán con los coches muy bien puestos a punto, y con las máximas aspiraciones para todos ellos, incluido Alonso.


BMW ha dado este año un salto de competitividad muy importante, y sobre todo de fiabilidad y regularidad. Con el sistema actual de puntuación la marca germana puede ser una seria aspirante al título de constructores, especialmente si sus pilotos no luchan por el Mundial de forma directa. Es decir, que pueden concentrarse en acabar carreras lo más arriba posible, sin disputas ni problemas entre sus pilotos. Esto quizás no ocurra en los otros dos equipos punteros, McLaren y Ferrari. En McLaren siguen con la igualdad entre pilotos, pero con la esperanza oculta de que Hamilton barrerá a Kovalainen, y por lo visto hasta ahora así debería ser. Pero el finlandés, entre bromas y risas, tiene los mismos puntos que Hamilton, si bien su carrera de Bahrein no parece que le haga ser un candidato al título, aunque la situación puede cambiar rápidamente.

Hamilton, en apuros


Hamilton volvió a mostrar su cara más negativa en Bahrein, fallando mucho en los momentos decisivos del fin de semana. Esto quiere decir que se encuentra en dificultades y que el McLaren no es tan fuerte como parecía. La escudería de Woking que echó a la calle a Alonso ha comenzado a sentir la ausencia del asturiano a la hora de mejorar el coche y la labor de Pedro de la Rosa, dedicado al simulador. Como se vio en Montmeló (probando aerodinámica de Monza con neumáticos lisos), no es suficiente para hacer progresar el coche, cuya labor han de hacer Kovalainen y Hamilton a lo largo del fin de semana.


El MP4/23 llega perfecto a lo circuitos, pero después se atasca en su desarrollo entre viernes y sábado, algo que le pasaba también antes de la llegada de Alonso y que no ocurrió el año pasado. Ese va a ser el gran problema del equipo de Dennis este año. Su progresión en los momentos clave no va a ser suficiente para contrarrestar al dúo Raikkonen-Massa, que seguirán yendo a por todas.


En el GP de España, si se dan las circunstancias, quizás podamos ver una carrera muy emocionante, con el polaco y Heidfeld luchando de tú a tú con los Ferrari y McLaren. Massa hizo un carrerón el año pasado. Estuvo agresivo, no cometió fallos y se llevó la victoria, como hizo en Bahrein. Podría volver a repetirse la historia. Habrá que ver si por fin estrenan el morro utilizado en Montmeló por primera vez, con flujo de aire interno, y que fue una idea inicial de los ingenieros de Super Aguri, pero que no pudieron llevar a cabo ni desarrollar por falta de presupuesto.

Lucha por la quinta plaza


Por detrás de los tres equipos más en forma del campeonato, Alonso debe marcar las diferencias con sus rivales, si el Renault se muestra tan competitivo como en las pruebas de la semana pasada. En igualdad de condiciones, Alonso está por encima de los Webber, Coulthard, Trulli, Glock, Rosberg y Nakajima, por lo que no sería extraño ver al español luchando por la quinta posición de la carrera. Sobre todo si logra entrar entre los seis primeros de la parrilla, quizás variando la táctica de la tanda cronometrada y luchando por estar más arriba, aunque haya que parar antes.


Ver a Alonso en el podio sería un sueño para todos, incluso para él mismo y su equipo, pero para ello tendrían que darse unas circunstancias muy favorables, con problemas o errores de los pilotos que teóricamente va a tener por delante. La igualdad en el pelotón perseguidor es casi tanta como en el grupo de cabeza, y Toro Rosso, con el Red Bull cliente, podría ser a partir de Turquía un nuevo aspirante al grupo perseguidor. En el caso de Super Aguri, no estuvo en las pruebas de Montmeló y es probable que tampoco corra este fin de semana después de que el consorcio árabe Magma desistiera de la compra de la escudería. El problema son las deudas que arrastra el equipo, donde ha habido ingenieros de valía, como el valenciano Toni Cuquerella, hoy en BMW.