REAL ZARAGOZA

Agujero en el eje de la zaga

Todo transcurrió ayer según lo previsto. El Comité de Competición no tuvo en cuenta las alegaciones remitidas por el Real Zaragoza y castigó en la tarde de ayer a Rubén Pulido con un partido de suspensión por la doble tarjeta amarilla que vio ante el Éibar. Aunque el club va a seguir recurriendo el fallo ante el Comité de Apelación y, si fuera necesario, ante el Comité Español de Disciplina Deportiva, Marcelino tendrá que empezar a trabajar desde hoy con la previsión de no poder contar con el central madrileño para el importante duelo del domingo en Tenerife.


Con Pavón lesionado (y el defenestrado Sergio Fernández ya fuera del club, traspasado a Osasuna), Fabián Ayala se convierte en el único defensa central útil del que dispone ahora mismo Marcelino García Toral en la primera plantilla. Así pues, mientras los diferentes jueces deliberan en los próximos días sobre el indulto a Pulido, el entrenador zaragocista ya cavila una solución de urgencia para el agujero que se le presenta en el corazón de su mejorada defensa.


El recambio natural está en el filial. Ahí, el central favorito de Marcelino -el francés Gaffoor- está también lastimado desde hace varias semanas así que el segundo en discordia, el aragonés Raúl Goni (ya debutó en Primera el año pasado jugando dos partidos e hizo la pretemporada con Marcelino) ha pasado a primer plano. Si el astur se decidiera por el canterano, no tendría que mover más elementos ni utilizar el método de la reubicación de piezas multiusos a modo de parche o solución de urgencia.


Si, por el contrario, prefiere apostar por la veteranía y el uso de los recursos propios del primer equipo, entraría en juego el segundo rol de los laterales Paredes, Pignol o el valor de comodín de Chus.


De los tres, el que más experiencia reciente tiene como central es el zurdo Paredes, que fue alineado en el eje de la zaga hasta en 7 partidos de la campaña pasada en Primera, tanto por Fernández como por Villanova. Ello obligaría a dos cambios en la línea de atrás, ya que en el lateral zurdo tendría que entrar Pignol para cubrir el desplazamiento al centro del ovetense.


Si fuera Chus Herrero el elegido para jugar de central, su movimiento al eje también provocaría la entrada de Pignol por la derecha y, por ello, de nuevo dos cambios en el mecanismo defensivo global.


Por último, el propio Pignol es otro recurso posible para defender junto a Ayala, aunque el francés aún no ha jugado nunca ahí desde su reciente llegada al Zaragoza. Así, tanto Chus como Paredes podrían continuar en los laterales, donde han sido titulares en los dos últimos partidos ante Nástic y Éibar, y la alineación base no sufriría más que un cambio (el obligado).


Paredes, dispuesto a todo


Javi Paredes habló ayer en la Ciudad Deportiva y se mostró abierto a cambiar su habitual hábitat del carril izquierdo por la responsabilidad del centro de la defensa. "Sé que Marcelino me ha visto jugar de central porque ha analizado todos los partidos del Zaragoza del año pasado. Y jugúe ahí unos cuantos", recordó Paredes. "Es que la campaña anterior jugué más fuera de mi posición que de lateral. Con Irureta lo hice hasta de extremo", abundó el zaguero asturiano. "Si me pone en el centro, será cuestión durante la semana de recordar lo del año pasado, aunque los centrales con Marcelino juegan distinto", explicó. La solución la madurará el entrenador desde hoy y hasta el sábado. Por si falla el plan A (contar al final con Pulido), hará falta tener otro plan B bien engrasado.