REAL ZARAGOZA

Aguirre trabaja condicionado por las bajas

Durante la sesión de este miércoles ha empezado a preparar el partido de la próxima jornada ante Osasuna. Lanzaro y Gabi, sancionados, no jugarán.

El entrenador mexicano del Real Zaragoza, Javier Aguirre, comenzó hoy a preparar el último partido del 2010 frente a su ex equipo, el Atlético Osasuna, en el estadio Reyno de Navarra de Pamplona condicionado por las dos bajas que tiene por sanción y por la imperiosa necesidad que tiene su equipo de irse de vacaciones navideñas con algo positivo en su haber.


La doble baja por sanción del defensa italiano Maurizio Lanzaro y del centrocampista madrileño Gabriel 'Gabi' Fernández son los principales condicionantes, aunque no los únicos, que tiene Javier Aguirre para preparar el partido frente a los navarros e intentar despedir el año con un resultado que les haga concebir esperanzas para afrontar con alguna garantía el inicio de 2011.


En la primera sesión de entrenamiento de la semana en las instalaciones de la Ciudad Deportiva para preparar el partido, marcada por las bajas temperaturas y el cierzo, 'El Vasco' lo primero que hizo fue reunirse y charlar durante casi media hora con sus jugadores para intentar reencauzar la peligrosa dinámica en la que se encuentran y que hace imprescindible la llegada de refuerzos en cuanto se inaugure el nuevo año.


Con los jugadores justos para completar una convocatoria, Aguirre no perdió el tiempo para comenzar a trabajar las líneas maestras que pretende que sus hombres protagonicen en la capital navarra, además de mostrar abiertamente sus intenciones con un 4-1-4-1, con el internacional húngaro Adám Pinter como enlace entre la defensa y el centro del campo.


En defensa situó a Diogo, Jarosic, Contini y Paredes; con Pinter por detrás de la línea de centrocampistas formada por Lafita, Ponzio, Ánder Herrera y Bertolo; y en solitario por delante Marco Pérez.


Uno de los aspectos en los que se mostró especialmente preocupado el técnico zaragocista fue en el juego aéreo de los rojillos, por lo que la mayor parte del tiempo la dedicó a trabajar con balones largos hacia las dos líneas de cuatro hombres con el pivote defensivo y en labores de presión claramente adelantado el colombiano Marco Pérez.


Incluso una vez concluidos los diferentes movimientos tácticos trabajó individualizadamente, por medio del segundo entrenador, Manuel Vidrio, con los dos laterales izquierdos, Javier Paredes e Ivan Obradovic, para frenar la llegada por esa banda de los navarros.