REAL ZARAGOZA

Agapito tiene un plan

El presidente del Real Zaragoza habló de futuro con 18 pequeños accionistas y descubrió parte de su estrategia

Iglesias se reunió ayer con algunos accionistas del Real Zaragoza
Agapito tiene un plan
GALáN/A PHOTO AG.

Continúa el goteo de mensajes de Agapito Iglesias. Todavía en pequeñas dosis, aún sin acabar de romper con la contundencia que la grave situación del Real Zaragoza requiere tras el final oficial de la temporada liguera. Mientras da tiempo al tiempo e intenta atar bien atado el boquete financiero que abruma a la SAD (maniobra de alta precisión que sigue desarrollando fuera de focos), ayer volvió a asomar en otra reunión restringida a su libre albedrío. Si el domingo fue con los presidentes de peñas, esta vez el turno fue para los accionistas del Real Zaragoza que, con 320 acciones o más en su poder, tienen derecho a asistir a las juntas generales (según rezan los estatutos internos de la sociedad). Peñistas, en el Club Náutico, fueron una cincuentena de los 130 posibles. Accionistas, ayer en la cafetería del área social de la Ciudad Deportiva, fueron 18 de los 44 que podían haber acudido.


"Quería explicar a los accionistas, que en definitiva son los propietarios del Real Zaragoza, qué hemos hecho durante estos últimos seis meses y cuál va a ser nuestro futuro", justificó Agapito al término del encuentro, en su segundo 'canutazo' ante la prensa en tan solo 48 horas. La charla distendida que se anunció en su momento, acabó convirtiéndose en una larguísima reunión de más de tres horas, culminada con un ágape que sirvió de almuerzo. "Hemos hablado de cuál va a ser nuestro futuro. Les hemos dicho cómo va a funcionar el Real Zaragoza a partir de ahora, cuál va a ser su estructura financiera y cómo queremos abrir el club hacia los abonados y accionistas", describió Iglesias.


La principal preocupación es la referente al ámbito dinerario. Agapito dejó estas pinceladas sobre su plan de viabilidad, el que explicó minutos antes a los accionistas: "Sabemos cúal es la deuda. Y esa deuda hay que afrontarla en los próximos años, como es obligación de todas las empresas y clubes deportivos. Otra realidad importante es que conocemos los ingresos que tenemos. Así que ya sabemos que no podemos hacer excesos, que tenemos que controlarnos y saber estar donde tenemos que estar", indicó. El plan de viabilidad, según trascendió en boca de varios accionistas (Agapito pidió discreción hasta que él comparezca públicamente ante la prensa), es extremadamente austero, está programado hasta 2016, y va a ser durísimo de llevar a cabo.


Es 'vox populi' que, desde hace semanas, Agapito Iglesias está tratando de renegociar buena parte de la deuda de la entidad, sobre todo la que vence a corto plazo, y que el último balance de la sociedad anónima deportiva cifra en algo más de 47 millones de euros. "El Real Zaragoza tiene que reestructurar su deuda financiera. Eso es el abecé. Todos, en nuestra casa, en nuestra propia economía familiar, lo hacemos día a día porque estamos sufriendo una crisis económica. Eso no significa que yo no vaya a pagar la deuda. Solo que la voy a reestructurar, cambiando la forma en la que se va a pagar. La situación tampoco es tan grave como se dice. Ni muchísimo menos. Todo el mundo va a colaborar", explicó sobre este jugoso asunto que aún está por cerrarse con cajas, bancos y organismos públicos.


Humilde ante la fractura social


Agapito, en su nueva actitud basada en la asunción de los errores del pasado, está muy sensibilizado por el alejamiento que se ha producido durante su mandato entre buena parte de la afición y la marca Real Zaragoza. "Un objetivo que tenemos muy claro es que el Zaragoza ha de ser más participativo, más de todos. Es muy importante para nosotros. Por eso, desde ahora, se abre una etapa en la que intentaremos que el Real Zaragoza, que es una Sociedad Anónima, se convierta en lo más próximo a un club deportivo", dijo con un aire de humildad que, parece ser, adoptó durante toda la reunión.


¿De qué manera piensa Agapito modificar tan radicalmente su criterio societario, el particularista que ha regido hasta ahora desde 2006, y asimilarlo al funcionamiento de un viejo club? El soriano dio esta pista: "Se va a poner un 25 por ciento del capital social del Real Zaragoza en manos de los abonados y accionistas que hay ahora para que sea un dinero participativo y recaiga en la masa social. Vamos a arrancar con esa ampliación de capital. Quiero que la masa social esté dentro del Consejo de Administración con una presencia real", adelantó.


En el ambiente financiero aragonés se conocen las intenciones de Iglesias en los últimos meses por encontrar nuevos compañeros de viaje a modo de socios capitalistas o, incluso, el deseo por vender el paquete mayoritario de los títulos de propiedad de la SAD. Sin embargo, Agapito desvió ayer el punto de mira que enfoca a esa opción con esta frase rotunda: "Agapito continúa y continuará con el Real Zaragoza durante muchos años. Por supuesto. Yo estoy igual de ilusionado que el primer año", aseveró.


El constructor no para de buscar paliativos que minimicen la evidente fractura que sus cuatro años de proyecto ha generado entre el zaragocismo. "Quiero que el Real Zaragoza, a partir de ahora, entre dentro de la normalidad. Subir los peldaños de uno en uno y sentar las bases para que el Zaragoza, que es un sentir, sea un poco de todos", razonó en este sentido.