REAL ZARAGOZA

Adiós, Coentrao

El extremo zurdo portugués pone hoy punto final a su extraño paso por el Real Zaragoza. Las partes firmarán la documentación y el jugador será oficialmente del Rio Ave luso.

Coentrao, en julio, durante su primer día como zaragocista
Adiós, Coentrao
ELENA MUÑOZ

Fin de una historia nacida el pasado julio con forma de culebrón, continuada durante casi seis meses con idéntica enrevesada figura y terminada, como no podía ser de otra forma, envuelta de agitación. Fabio Coentrao será hoy oficialmente nuevo jugador del Rio Ave portugués, club donde el pasado lunes fue presentado y se ha entrenado durante toda la semana pese a no contar con el visto bueno del Benfica y del Real Zaragoza. Todo este escenario había generado una evidente indignación en el seno de ambas directivas.


Esta falta de consentimiento de los clubes con la potestad federativa del jugador obligaban a un pacto inmediato entre las partes involucradas y el acuerdo se hizo realidad ayer. En una conversación a tres bandas entre responsables del área deportiva del Benfica (club propietario de los derechos del jugador), Carlos Rente, representante del futbolista, y Pedro Herrera, secretario técnico del Real Zaragoza, quedó desbloqueada la situación.


Hasta junio, Coentrao permanecerá en calidad de cedido por el Benfica en el Rio Ave. El Zaragoza pierde así cualquier vínculo con un jugador prestado hasta el próximo 30 de junio y sobre quien el club aragonés guardaba una opción de compra valorada en 6 millones de euros. Con su contrato de préstamo en el Real Zaragoza, Coentrao duplicó su salario y se garantizó un sueldo anual de alrededor de 500.000 euros.


Para que se culmine el regreso de Coentrao a su país, únicamente queda por firmar toda la documentación que se redactó a lo largo del día de ayer tras el pacto alcanzado entre las partes involucradas, una trámite que está previsto que se solucione hoy. Una vez se estampen todas las rúbricas, el Zaragoza dará la luz verde al envío de su licencia federativa y Fabio Coentrao será a todos los efectos jugador del Rio Ave.


Se pone así punto y final a una historia rocambolesca desde el principio. Fabio Coentrao llegó en julio en el marco del traspaso de Aimar al Benfica. Rui Costa, director deportivo de los lisboetas, se lo sacó de la manga para abaratar la operación de compra del argentino y Pedro Herrera accedió a incorporar un jugador ajeno a las solicitudes de Marcelino, quien bloqueó unos días su fichaje debido al desconocimiento absoluto que tenía de Coentrao.


Eso fue el principio. Al poco de comenzar la temporada, una salida nocturna complicó más la situación del jugador. Su papel dentro de la plantilla quedó muy desgastado y Marcelino lo borró de sus planes. Sus problemas de adaptación, su carácter apagado, su falta de comunicación interna con el club (llegó a tomar un medicamento prohibido sin consultar para tratarse un dolor de muelas) y sus continuos viajes a Portugal y a Francia por cuestiones familiares terminaron por apartarlo del equipo. Ahora se marcha por la puerta de atrás y solo ocho minutos jugados.