Eduardo Bandrés insistía y negaba cualquier negociación emprendida por el club con otro entrenador mientras Garitano ocupaba el banquillo. Lo repitió hasta tres veces, cuando Agapito apresó el micrófono y se lo arrimó: "Ander era conocedor en todo momento de cualquier tipo de conversación con cualquier tipo de entrenador o representante".

Esta incoherencia de discursos no fue la única revelación asombrosa del accionista de referencia del Real Zaragoza. "D'Alessandro no ha pedido dejar el club" y "Ander consiguió en un día lo que Víctor Fernández no pudo en los nueve partidos anteriores: sumar tres puntos" resonaron singulares desde la boca del empresario soriano.

La despedida de Víctor Fernández, la pérdida de cordialidad y de peso en las decisiones anunciadas por el antiguo entrenador durante su adiós, recibió la valoración de Agapito: "Tengo mis conclusiones y me las reservo. Jamás me he sentido acusado por Víctor. Todo se lo he dicho claro y delante, no sé si esto os atrevéis a publicarlo o no. Ojalá hubiera seguido más años porque hubiera sido bueno para el Real Zaragoza. Si no ha sido así es porque los resultados no han sido los esperados".

Agapito rechazó la hipótesis de que Garitano mudara de opinión en las últimas horas. "Ander tenía la decisión tomada desde antes del partido. Bajo ningún concepto tiene que ver con algo ocurrido después. Ha sido honrado en decirlo ahora, porque sabe que somos capaces de traer a un entrenador. Es una persona que ha sido del Real Zaragoza y seguirá siéndolo. Bajo ningún concepto hay algo. Si Garitano hubiera querido seguir, tenía nuestra confianza. Cualquier petición suya, se le hubiera concedido de inmediato. Llámese jugadores o lo que sea. Nuestra apuesta era fuerte, podía salir bien, y lo demostró frente al Murcia", aseguró.

El papel jugado por D'Alessandro en esta crisis no escapó a las palabras de Agapito. "Andrés no tiene ningún problema con la plantilla. El problema son los silbidos del estadio. El domingo estaba triste porque quería jugar y darlo todo. No había tampoco problemas con el nuevo entrenador. ¿Qué pasó en el vestuario? Yo estaba allí. Andrés lloraba porque quería dar más. Porque es humano", explicó el accionista de referencia.

La postura de la afición no inquieta a Agapito: "No tengo ningún problema, estamos en buena onda. Ahora vamos a pelear por volver a hacer una buena temporada, a luchar y a ganar partidos".