Aragonés o catalán: he ahí la cuestión. Desde que Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, proclamara el pasado 13 de enero su deseo de organizar en la capital catalana los Juegos Olímpicos de invierno en 2022, los Pirineos se habían dividido en dos mitades. Hasta el momento, la única disyuntiva se planteaba en sentido horizontal: qué ribera del Segre merecería la confianza del Comité Olímpico Español en 2013, paso obligado para aspirar a la definitiva nominación por parte del Comité Olímpico Internacional dos años después.

Sin embargo, en los últimos días el interés en organizar el evento se ha extendido al otro lado de la cordillera. Desde las regiones francesas de Aquitania y Languedoc, con las que Aragón comparte casi a partes iguales su frontera internacional, se han emitido señales políticas ofreciendo una hipotética colaboración a la candidatura de Zaragoza-Pirineos.

En Aquitania, el líder de la fuerza regional Forces Aquitaine presentó la semana pasada una propuesta para incluir la candidatura olímpica en la agenda de la campaña electoral. "Los Pirineos constituyen el único macizo de envergadura que no han albergado unos Juegos de Invierno y ello supone un olvido internacional histórico", declaraba Jean Lassalle, abundando en uno de los argumentos más utilizados por el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch.

"Primero pensamos en presentar una candidatura aquitana, que sirva de catalizador para nuestra región como lo es la aragonesa", refleja un documento del partido. "Sin embargo, finalmente hemos optado por proponer una candidatura conjunta Pau-Jaca-Pirineos 2022", señala el dossier. "El impacto económico y turístico sería excepcional", argumenta Thierry Gadou, uno de los candidatos del Forces Aquitaine y ex-baloncestista profesional. Gadou logró la medalla de plata con la selección gala en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.

Forces Aquitaine, marca electoral regional del estatal Movimiento Demócrata del centrista François Bayrou, está representada en la Asamblea nacional de París con el escaño ganado en 2007 por Lassalle. Además de la iniciativa olímpica, este partido presta especial atención a Aragón, como se desprende de otras dos iniciativas: para 2020 plantea organizar una Exposición Universal en la capital regional, Burdeos, e invita a crear una Eurorregión entre "Aquitania, Aragón, Navarra y Euskadi, con representación común ante la Unión Europea".

Si en Aquitania es el partido del centrista Bayrou quien plantea sumarse al carro olímpico de Zaragoza-Pirineos, más hacia el este, en Languedoc, se lanzan ideas similares desde la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) del presidente, Nicolas Sarkozy. Brigitte Barèges, alcaldesa de Montauban y diputada nacional sugería ayer presentar una candidatura internacional que asocie Francia, España y Andorra, con las regiones de Midi-Pyrénées, Languedoc-Roussillon, Cataluña y Aragón".

Tres factores explicarían que los Juegos Olímpicos hayan cruzado la frontera pirenaica. Por un lado las inminentes elecciones regionales, que se celebraran a mediados de marzo. Por otro, la coincidencia de la campaña electoral con la celebración de los Juegos Olímpicos de Vancouver. Y, además, el impacto mediático que han tenido las propuestas aragonesa y catalana, sobre todo a raíz de la presentación de Barcelona como aspirante. Sin embargo, el COI nunca ha adjudicado la realización de unos Juegos Olímpicos a más de un comité nacional, salvo en caso de riesgo sanitario como en Melbourne'56.

CHA pide una comisión

Por su parte, en el Ayuntamiento de Zaragoza, CHA solicitará en el pleno del próximo jueves, la constitución de una comisión de seguimiento de las actividades relacionadas con la candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, cuya presidencia sería ocupada por un concejal de un grupo que no tenga responsabilidades de Gobierno. En primer lugar, pedirá las facturas de todos los gastos de la candidatura hasta ahora y la justificación del viaje a Vancouver.