CAI ZARAGOZA

Propósito de enmienda

El CAI recibe al Granada (21.00) con el objetivo de sumar su tercer triunfo como local y olvidar el despropósito de Menorca. El rival, inédito como visitante, ha recuperado a su pieza más importante, Borchardt, pero pierde al base Nico Gianella, una de sus referencias.

Lo de Menorca fue simplemente un virus. Uno de esos que tiene en alerta a media población y les hacen perder el buen aspecto y, en este caso, el buen juego. La mejor terapia para recuperarse de estos problema: el calor del hogar.


Los de Segura, tras esta experiencia vivida a manos del equipo que se situaba colista, han hecho propósito de enmienda. Ante ellos estará el CB Granada, un equipo que carga con la losa de no haber logrado sumar como visitante desde hace once meses y al que ya ganaron en pretemporada.


El panorama muestra un horizonte, el de la victoria, asequible pero complicado. Complicado por lo que no hayan podido borrar los jugadores de su disco duro tras el excesivo correctivo recibido el domingo. 102 puntos es una cantidad que llama la atención, algo a tener en cuenta tratándose de 'tan solo' cuarenta minutos de juego. Por eso al CAI hoy le toca repaso. El examen incluye materias como defensa, intimidación,... Nada desconocido para un conjunto que ha demostrado tenerlas memorizadas y poder recitarlas sin balbucear.


Su rival de esta noche es de los que cortan dos orejas, y a veces el rabo, en su casa y a los que el astado les empitona siempre en coso ajeno. El Palacio de Deportes de Granada es, por el momento, una pista donde resulta imposible mojar. Allí han cosechado sus cuatro victorias frente a Bruesa, iurbentia Bilbao Basket, Cajasol y Murcia. Zarpazos que le llevaron a estar en las primeras jornadas en la cresta de la ola en la zona de play-off. Lejos de la Alhambra, sin embargo, arrastran una pírrica cuenta que les ha sumergido en la clasificación, algo más lejos de la zona noble de la tabla. Los pies deben ser de plomo a pesar de lo que diga la estadística, comprobada la entidad de los campos que ha visitado. A pesar de esto, cero victorias a domicilio hacen que el conjunto de Poch esté llamado a ocupar un barrio con peores vistas.


El rival cuenta nuevamente con Curtis Borchardt, su piedra angular, ese jugador con un juego brillante y un esqueleto de cristal que acaba siendo un imán para las calamidades. Pero el Granada no ha recuperado el equilibrio de fuerzas. Tras sacar al pívot de Búffalo de la enfermería el pasado sábado tras un mes en el dique seco, Poch ha tenido que despegar del álbum una pegatina no menos importante para dar valor a la colección: la de Nico Gianella. El director de juego argentino se lesionó el pasado martes y ayer no viajó con la expedición del club andaluz.


Si su rival se alimenta de los rebotes y la intimidación de Borchardt, quien se reparte la labor de anotación con un francotirador como Jimmie Hunter, el orden viene puesto de la mano y la cabeza de Gianella. Además, en los momentos más arduos el Granada se nutre de su carácter competitivo y del de su compatriota, el interior 'Juampi' Gutiérrez (compañero de Quinteros en la conquista del bronce olímpico). El peligro del enemigo también viene por fuera, precisamente con el acierto desde la línea de tres (43,6%), con lo que abre el campo el espacio suficiente para que la letalidad de su jugador franquicia, Borchardt, tenga margen de actuación.


Visto el pobre balance a domicilio que maneja el Granada, el CAI debe aprovechar para resarcirse y cumplir el propósito. Necesita que Quinteros vuelva a salir eléctrico para convertir sus tiros en seda. Maniatado en Menorca por la defensa de Stojic, tuvo un reposo obligado en lo que a sumar puntos se refiere y traspasó sus bártulos ofensivos a Green quien cuajó una actuación decente. En este detalle puede estar el sino del enfrentamiento. Aun así, que Lewis vuelva a sumar, que Starosta continúe sembrando el campo que viene labrando en defensa contra Manresa y en ataque en el último choque; e incluso recuperar los férreos brazos de Garcés para frenar a Borchardt pueden llevar a igualar la balanza de victorias y derrotas.


La cantinela, ojalá que la de la cuarta victoria y no la de derrota, debe subrayar la defensa y las etiquetas de grupo. Sorpresas, las justas, y si es como la del domingo, con una es más que suficiente.