baloncesto

Volteo increíble del Casademont ante el Bilbao Basket

El conjunto aragonés remonta un partido (77-63) que perdía por 17 puntos en la segunda mitad.

Casademont-Bilbao Basket 04 11 2023 Foto Toni Galán_2[[[FOTOGRAFOS]]]
Casademont-Bilbao Basket.
Toni Galan

Todavía en construcción, movido más por impulsos individuales que por un juego verdaderamente colectivo, aún buscándose después de un verano muy ajetreado con tantas desbandadas en la confección del róster, el Casademont persiguió y finalmente encontró una victoria con escasos precedentes: llegó a ir perdiendo en la segunda mitad hasta por 17 puntos (31-48, minuto 24). Al final, firmó un triunfo por 77-63 que subraya la capacidad volitiva aragonesa ante un conjunto vasco que tuvo el partido en su mano y lo dejó escapar de forma difícilmente comprensible. Ciertamente, se dejó la vida el cuadro zaragozano para consumar el remonte, pero, en verdad, el Bilbao Basket indultó al Casademont Zaragoza.

Arrancó mejor el grupo que gestiona Jaume Ponsarnau. Si el de Porfi Fisac es un equipo en fase de edificación, el de Ponsarnau es un equipo ya armado, consolidado, con dos años de recorrido y de rendimiento con el mismo técnico en la ACB y en Europa. Jugaron mucho más serenos en el arranque los hombres de negro, que vistieron de verde en Zaragoza. Movidos por el criterio de Renfroe, con Adam Smith como foco de anotación y con un juego interior solvente en este tramo primero, el Bilbao Basket comenzó a tomar rentas sustanciales ante un Casademont absolutamente negado ante el aro. No anotó canasta hasta su decimosegundo lanzamiento, cuando por fin Trae Bell-Haynes enchufó un triple desde la esquina.

Habían hecho falta cuatro minutos para conseguir esa primera y aislada canasta aragonesa. El cinco inicial, integrado por Bell-Haynes, Mark Smith, Santi Yusta, Sulejmanovic y Okafor no se sentía cómodo. Ni Mencía, ni Cinciarini, ni Miguel Gónzález aportaron demasiado desde el banquillo. Solo Dejan Kravic y su capacidad de disuasión comenzaron a sumar en un Casademont aproximado a la nada. Mientras, los vascos seguían jugando a su marchica, sin alcanzar la brillantez ni nada parecido, pero con muchísima más autoridad que un cuadro local por momentos desquiciado. Porfirio Fisac tuvo que detener el partido con 5-15. Se paró el reloj, pero no se alteró el ritmo del careo, llegándose a la primera meta volante en el minuto 10 con un delator 10-17. La valoración era más explícita si cabe que el marcador global: 8-21. Los aragoneses apenas habían logrado cinco canastas en 21 lanzamientos. Una verdadera ruina.

Buscó la reacción el Casademont en el segundo cuarto agarrado al talento individual de Okafor, solo ante un rival muy sólido atrás y razonablemente acertado en el lanzamiento. Pero solo con Okafor como argumento ofensivo, al Casademont no le llegaba para igualar la intensidad vasca, quizá más ordenados para destruir que para construir, pero dominadores con holgura de la cita. Así, los de Ponsarnau alcanzaron rentas de hasta 15 puntos (14-29). Mark Smith se unió a la causa local, pero al descanso el asunto seguía pintando muy feo (25-37). Con 25 escuálidos puntos facturados, la única esperanza residía en que el Bilbao Basket no había sido capaz de romper el partido ante el peor Casademont Zaragoza posible.

Todavía se estiró más la ventaja visitante en los primeros minutos de la reanudación. Fue Adam Smith desde el triple el que rubricaría la mayor diferencia forastera (31-48, minuto 24). Aquí llegaría el punto de inflexión de la reunión. Porfi detuvo la sangría con un tiempo muerto que significaría un antes y un después en el encuentro. El técnico le dio la bandera aragonesa al capitán Yusta. Valiente como el acero, Santi Yusta comenzó a tirar y a penetrar. Una canasta, un triple y otra canasta más. En un visto y no visto, el Casademont había resucitado. Sus jugadores comenzaron a creer. El aro, encogido durante toda la tarde, se comenzó a abrir. Los rebotes, los rechaces, todo caía en manos aragonesas, que, como decíamos, pasaron en un santiamén a ver el aro como la paellera de Fairy. De Villarriba a Villabajo. De Villabajo a Villarriba, mejor dicho. Estábamos abajo, muy abajo, nos habíamos metido en el partido, y aún había tiempo para meternos de verdad arriba. Al paso por la última meta volante, en el minuto 30, todavía mandaban los vascos (48-53). Pero gobernaban solo en el marcador, en la pista ya era dueño el conjunto aragonés.

El cuarto final fue de ensueño, con un parcial 29-10 que lo proclama todo, igual en uno que en otro bando. Los datos de los 16 minutos finales son todavía más explícitos, con un 46-15 de parcial sin parangón en el pabellón Príncipe Felipe y con escasísimos antecedentes en el baloncesto ACB moderno. Catapultado por un Mark Smith inspiradísimo, sostenido por un Kravic que dijo presente debajo del aro y liderado por un Santi Yusta imperial, el Casademont alcanzó una victoria que le llena de razones para creer: de perder por 17 puntos en el minuto 24 (31-48) a ir ganando por 17 (77-60) en un cuarto de hora para rebobinar cuidadosamente en el vídeo. Mucho mérito aragonés, desde luego, con solo tres hombres verdaderamente destacados (Santi Yusta, Smith y Kravic). Y mucho demérito también en un rival que se desvaneció por completo en los 15 minutos finales. Todo lo contrario que un Casademont que, después de tanto vaivén, incluso firma victorias ante rivales contrastados en la competición, mientras sigue levantando el equipo. Y los equipos se levantan con victorias. Mucho más con victorias tan increíbles como la conquistada ante el Bilbao Basket.

Ficha técnica: 

Casademont Zaragoza 77 (10+15+23+29): Bell-Haynes (3), Mark Smith (23), Yusta (17), Sulejmanovic (-), Okafor (9) -cinco inicial-, Langarita (2), Miguel González (-), Mencía (2), Kravic (7), Gielo (10) y Cinciarini (4).

Surne Bilbao 63 (17+20+16+10): Renfroe (3), Rabaseda (6), Adam Smith (13), Andersson (8), Hlinason (4) -cinco inicial-, Killeya Jones (10), Reyes (-), De Ridder (5), Pantzar (11), Tsampouris (3) y Kullamae (-).

Arbitros: Martín Caballero, Francisco Araña y Andrés Fernández. Sin emilinados.

Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de Liga Endesa ACB disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 6.261 espectadores. 

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