Tarde grande en Utebo. El campo de Santa Ana, con gradas supletorias, apunta al lleno para recibir al Mirandés en la Copa del Rey. El conjunto aragonés se mide cara a cara a un conjunto plenamente asentado en Segunda División con el objetivo de plantar cara y, por qué no, soñar con dar la sorpresa. El ritmo en la venta de entradas ha sido bueno, por lo que el club confía en que no quede ni un asiento libre en un campo que, con los graderíos extra, supera las 2.000 butacas.

El equipo de Juan Carlos Beltrán tiene ganas de Copa. Ya en su segunda temporada consecutiva en Segunda RFEF, nuevamente está dando un extraordinario nivel y en este inicio de temporada se ha vuelto a meter entre los mejores. El Utebo es cuarto, solo por detrás de equipos como el Bilbao Athletic, el Barakaldo o el Tudelano. Atraviesa un momento de forma extraordinario, con ocho partidos sin perder y cuatro victorias en las últimas cinco jornadas.

El año pasado, Santa Ana vivió un auténtico partidazo típico de Copa, con emoción extrema que llevó la eliminatoria contra el Mérida hasta el punto de penalti. Para esta tarde, el día festivo y la hora agradable de las 18.00 ponen todos los ingredientes necesarios para que el municipal vuelva a registrar un gran ambiente. 

El Mirandés, tras un inicio de temporada complicado, lleva dos victorias consecutivas que le han aliviado su situación en la tabla. Se espera que el técnico, Alessio Lisci, haga rotaciones en Utebo y ponga de salida a los jugadores que menos emplea en la competición liguera. En cualquier caso, se trata de una plantilla profesional de una calidad incuestionable, por lo que el reto para el equipo de Juan Carlos Beltrán será mayúsculo. El campo, por las dimensiones y por la afición, son bazas a su favor.