ciclismo
La Vuelta a Huesca, 600 kilómetros sobre una bici y cuarenta horas para completarlos
El CC Oscense organiza este sábado su ‘Brevet’ más ambiciosa, una marcha que recorrerá toda la provincia y que el año pasado contó con 18 participantes.
Las ‘Brevets’ son un tipo de marcha cicloturista de velocidad libre adscritas al reglamento oficial de los ‘Brevets des randonneurs mondiaux’ del Audax Club Parisien que se realizan en carreteras abiertas al tráfico y en las que el requisito principal es que se deben completar en un tiempo máximo prefijado obteniendo en su transcurso diversos sellos en los controles. El objetivo es adquirir el fondo necesario para poder tomar la salida en las ‘randonnées’, pruebas clásicas como la París-Brest-París de 1.200 kilómetros. Existen de 200, 300, 400 y 600 kilómetros y de todas ellas el CC Oscense organiza al menos una opción. Este sábado, 10 de junio, le llega el turno a la más exigente, la Vuelta a Huesca de 600 kilómetros.
Su nombre lo dice todo, los que se animen a realizarla -el año pasado fueron 18- partirán de la sede del club se enfrentan a un trazado con salida y llegada en Huesca de 6.000 metros de desnivel acumulado que recorrerá toda la provincia y para el que se ha fijado un límite de 40 horas. Se trata de un homenaje a aquellos que en 1982 y 1995 tomaron parte en las dos ediciones disputadas del ‘Marathon Ciclodeportivo Vuelta a Huesca’. Con esta Brevet, el CC Oscense quiere “poner en valor la variedad paisajística, cultural y gastronómica de toda la provincia de Huesca”.
El recorrido incluye paso por las comarcas de Hoya de Huesca, Jacetania, Alto Gállego, Sobrarbe, Ribagoza, La Litera, Bajo Cinca y Monegros. Los puertos que habrá que subir son los de Santa Bárbara, Cotefablo, Foradada, Col de Fadas y Col de Espina.
En 2023, el CC Oscense tiene previsto hacerse cargo de cinco ‘Brevets’. La primera, de 200 kilómetros y con la Hoya de Huesca como escenario, se celebró en marzo y después les llegó el turno a la de 300 de Turbón, en abril, y a la Seis comarcas, de 400, en mayo. La Vuelta a Huesca será la cuarta y como cierre, para el 9 de septiembre, está fijada la ‘Huesca, cuna ciclista Ribagorza’, de 200.
Sus participantes se denominan ‘randonneur’ y entre sus peculiaridades figura que debe ser un ciclista autónomo (aunque en ocasiones ruede en grupo), que pedalee sin prisas, dado que lo fundamental es la resistencia, que tenga cierta madurez mental y que físicamente sea duro.
