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Ser jueza de halterofilia ante 14.000 personas: la experiencia de una zaragozana en Armenia
Nekane Martínez se convierte en la primera jueza aragonesa en participar en una competición internacional. “Allí la halterofilia es como el fútbol”, señala.
Más de 14.000 personas se reúnen en un recinto deportivo para ver… ¿fútbol? ¿baloncesto? ¿rugby? No, halterofilia. El campeonato de Europa de este deporte se celebró desde el 13 de abril hasta el pasado domingo en Armenia, donde el levantamiento de pesas es poco menos que una religión. “Allí es equiparable a lo que pueda ser el fútbol aquí”. La que lo cuenta es Nekane Martínez, una zaragozana que fue testigo de excepción de este torneo.
Esta jueza y exhaltera, nacida en Basauri pero asentada en Zaragoza, tuvo su primera experiencia internacional en este Europeo. De hecho, se convirtió en la primera jueza de la federación aragonesa en participar en un torneo de este nivel en categoría absoluta. “A las mujeres nos ha costado siempre un poco más llegar… En el campeonato estábamos 40 jueces, y solo 9 éramos chicas. Yo tengo 52 años y es la primera vez que salgo”, cuenta.
Nekane es toda una pionera en este mundillo, tradicionalmente considerado masculino. Fue la primera española en levantar 100 kilos, fue varias veces campeona de España y bronce en el Mundial de 1992. Ahora es entrenadora en el Club Cierzo Halterofilia y en Amigos de la Halterofilia, además de jueza de este deporte en diversos torneos y competiciones.
“Para seguir en esto, tienes que estar enamorada del deporte y querer continuar con fuerza. Cuando me retiré, yo quería seguir vinculada a la halterofilia, así que me hice jueza, entrenadora… Es un paso fácil y natural, si tienes ganas”, señala Martínez.
Su trayectoria como jueza es larga y ahora ha tenido el premio de un Europeo en uno de los países en los que este deporte tiene más tradición y seguimiento. “Países como Armenia o Georgia con la meca de la halterofilia. El Europeo estuvo muy bien organizado y tuvo mucho seguimiento en el pabellón. Fue impresionante”, recuerda. Y los atletas, cuenta, allí "son verdaderas estrellas, un ejemplo a seguir para todos los niños".
Su trabajo allí incluía el pesaje de los atletas dos horas antes de la competición, para comprobar que tenían el peso acorde a su categoría. Luego, diez minutos antes de la prueba, llegaba el turno de la presentación y los saludos. También tienen que comprobar los vendajes que los halteras llevan en las manos, ya que tienen que dejar libres las yemas de los dedos.
Y ya metidos en competición, Nekane ocupaba de manera rotatoria algunos de los cuatro puestos que tienen asignados los jueces. “Tenemos que comprobar cosas como que ninguna parte del cuerpo toque en la tarima. Hay veces, que al agacharse, la tocan con el culo. También tenemos que vigilar los codos al levantar la pesa, porque no se pueden doblar, tiene que ser una levantada limpia”, explica.
