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Aragón pesca un oro y una plata en el Campeonato de España de salmónidos mosca
Nicolas Abadía reeditó en Cáceres su título de campeón y la selección fue segunda en la clasificación por equipos.
Nicolas Abadía, como ya hiciese el año pasado, se alzó el pasado fin de semana con el título el campeón de España de salmónidos mosca lago-orilla dentro del Nacional que se disputó en el lago Los Invernaderos de Jaraíz de La Vera (Cáceres) en el que por equipos la selección aragonesa se colgó la medalla de plata. La competición contó con la participación de 50 deportistas de asturias, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia y Aragón.
El campeonato constó de 24 mangas entre el viernes y el sábado, doce cada jornada en la que los deportistas participaron en ocho cada día controlando otras cuatro. Entraban en el lago a competir a las 7.50 y salían del escenario a las 19.20, con una hora de descanso entre mañana y tarde para comer. Un auténtico maratón en los dos días de competición.
Abadía, altoaragonés miembro de Pescadores del Pirineo, obtuvo 106,5 puntos por suma de puestos con 69 truchas y una pieza mayor de 50 centímetros. En segundo lugar quedó el murciano Jori Oliveras, con 133, puntos y 58 truchas, y en el tercero, el castellanoleonés Víctor José García, con 162 puntos y 45 truchas. Por selecciones, Aragón tuvo 64 puntos y 181 capturas. La superó Cataluña con 60 y 177 y completó el podio Murcia con 64 y 178.
Además de Abadía, entre los aragoneses destacaron David Capablo, de Mayencos, con un sexto puesto, Marcos Geriqué y Rafael Ibáñez. Fuera del equipo estuvo el turolense Andrés Aranda, que finalizó 18º.
La jornada del viernes fue muy dura, con bastante viento, que es el enemigo número uno para el lance en la pesca a mosca, y tormenta por la tarde, lo que dificultó muchísimo la pesca y cambio el comportamiento de los peces. A pesar de ello, Abadía logró ponerse ya en cabeza con bastante diferencia sobre el segundo y el tercero. El sábado, las condiciones mejoraron y a Abadía le surgió un duro competidor, Jordi Oliveras, cuatro veces campeón del mundo, frente al que pudo mantener el tipo.
