La Carrera de Navidad de Huesca recupera su esencia popular y lúdica

Hay tradiciones que cuantos más años pasan más rejuvenecen. La Carrera de Navidad de Huesca, que se celebra este domingo, es una de ellas porque en cada edición se va produciendo el lógico relevo generacional pero mantiene todas sus esencias intactas. Después de dos últimos años muy complicados en los que los participantes tuvieron que realizar el recorrido por grupos o de manera individual para atender las medidas sanitarias por la pandemia, vuelve fiel a su cita, ahora de la mano del Club Atletismo Zoiti, con la colaboración de Distribuciones Correas y Eboca, que se encargarán de avituallar a los participantes, y de la Policía Local.

Sonia e Isabel, las hijas de las leyendas del atletismo oscense José Armisén y Tino Belenguer, han sido las encargadas de coordinar los preparativos junto con un grupo de trabajo cuyo objetivo es mantener todas las tradiciones que han convertido en especial esta prueba desde que los pioneros José Armisén, José Ariño y Martín la pusieran en marcha hace ya 42 años.

La carrera, de marcado carácter lúdico, participativo y sin inscripciones puesto que no hay clasificaciones ni récords, reúne en torno a los 250 participantes y tomará la salida a las 11.00 desde el aparcamiento del camping San Jorge de Huesca para cubrir los aproximadamente 15 kilómetros de la vuelta larga por el trazado que permanece inalterable salvo imponderables por obras: sube el puente de Huerrios, se dirige hacia Banariés y llega a Cuarte, donde se da vía libre a los participantes más ‘competitivos’ para que aceleren el ritmo si bien conscientes de que en el convento de las Teresas (frente a la ITV) hay que parar a fin de reagruparse y disfrutar mientras del avituallamiento.

Después llega el momento de entrar en Huesca, que se hace cantando villancicos pasando por el cuartel de la Guardia Civil, Hospital San Jorge, Plaza de Navarra, Coso Alto, calle San Jorge, dos vueltas a la rotonda de Menéndez Pidal, Ingeniero Pano y llegada de nuevo al camping. Allí acaba la carrera y se realiza un brindis por el nuevo año con los mejores deseos para todos.