deporte y salud

El ejercicio de alta intensidad reduce el riesgo de cáncer metastático, ¿por qué?

Un estudio confirma que el ejercicio no tiene un gran impacto sobre los cánceres 'lentos', pero sí sobre los metastásicos.

No solo es importante elegir el deporte más adecuado: también la hora a la que lo practicamos podría ser clave.
El consumo de glucosa dejaría sin 'alimento' a los tumores metastásicos
Toni Galan

No son nuevas noticias: el deporte es salud. Llevar una vida activa y acompañarla de una alimentación saludable ayuda a prevenir enfermedades y patologías como la diabetes, la obesidad, problemas cardiovasculares... Ya se sabe, el ejercicio físico da vida (y, de hecho, incluso se puede cuantificar). Ahora, un estudio científico investiga los beneficios de la actividad física para frenar la evolución del cáncer de tipo metastásico. 

En concreto, hacer ejercicio aeróbico de alta intensidad de manera regular reduce hasta en un 72% el riesgo de padecer este tipo de cáncer. Así lo defiende un estudio publicado en la revista científica Cancer Research por investigadores de la Universidad de Tel Aviv. Después de haber llevado a cabo una investigación con miles de personas durante años, llegaron a la conclusión de que la actividad física tiene poco efecto en los cánceres de crecimiento lento, pero sí que es efectivo en los cánceres metastásicos. Eso sí, ha de ser deporte de alta intensidad. 

Durante 20 años, estos científicos han seguido la evolución de una muestra de 2.734 hombres y mujeres, originalmente sin cáncer y con edades de entre 25 y 64 años, a los que se les realizaron análisis antes y después de correr. También se reclutaron a 14 runners, masculinos y femeninos, con edades comprendidas entre los 25 y los 45 años. Después de cumplir con una serie de requisitos y condiciones, se les hicieron tests y análisis que han llevado a estas conclusiones antes expuestas. La pregunta es, ¿por qué este tipo de actividad física es beneficiosa en estos tipos de cáncer?

Menos energía para el tumor

Hay dos respuestas posibles, según este estudio. La primera es que los músculos, en general, son resistentes al cáncer metastásico. Así pues, a más masa muscular de calidad más protección. A este argumento hay que sumar el funcionamiento del metabolismo. 

Según el estudio, al hacer ejercicio de alta intensidad nuestro cuerpo consume mucha más glucosa. Cuando los órganos internos hacen más gasto de esta fuente energética, menos energía queda entonces para qu eel tumor se alimente, lo que frena su desarrollo e impide que se extienda o que, por lo menos, lo haga a mucha menor velocidad. Pese a estas primeras conclusiones, todavía no queda claro cuál es y en qué medida el impacto del deporte en el desarrollo del cáncer, por lo que aún queda campo para investigar y seguir afinando los descubrimientos en esta área de la medicina.

¿Quieres recibir todas nuestras propuestas de planes para mantenerte en forma? Apúntate y te enviaremos nuestra newsletter.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión