deporte en casa

Ejercicios sencillos para relajar el cuello y los hombros en casa

El dolor de cuello, hombros y cervicales está provocado por las malas posturas, las cargas desequilibradas y una acumulación de cansancio

Una contractura o una simple dolencia en la zona del cuello es frecuente en personas con trabajo sedentario
Una contractura o una simple dolencia en la zona del cuello es frecuente en personas con trabajo sedentario

Las horas delante del ordenador, la falta de ejercicio, cargar con bolsas o bolsos muy pesados, las malas posturas... Todo es un suma y sigue para acabar sufriendo dolor de cuello, muy habitual entre las personas que llevan una vida sedentaria.  A esta molestia tiende a sumarse, también, el dolor o la sensación de tener los hombros cargados, dolor en la parte superior de la espalda o incluso dolores de cabeza, como explican los profesionales de Fisio Online

Lo ideal, cuando sintamos este tipo de molestias, es acudir a un profesional que nos ayude a detectar contracturas y nos alivie el dolor. Pero cuando estamos trabajando y sentimos las cervicales o el cuello cargados, hay una serie de ejercicios muy sencillos que se pueden ejecutar en casa. 

Ejercicios para estirar el cuello y los hombros

Las rotaciones de cuello son un buen ejercicio para empezar a estirar el cuello. Hay que hacer el movimiento muy lentamente, para evitar hacernos daño, durante varios segundos. Igualmente, mantener de manera isométrica las posiciones, inclinando la cabeza hacia un lado y hacia otro, también nos ayudará a estirar la musculatura de la zona. No hace falta, tan siquiera, ayudarnos con la mano para estirar en este caso: con el peso de la propia cabeza será suficiente.

Para aliviar los hombros podemos hacer también rotaciones, hacia adelante y a hacia atrás, lentamente, durante varios segundos. Si nos sentamos en una silla, además, podremos hacer también una extensión torácica: nos reclinaremos hacia atrás, dejando caer la cabeza, lo que aliviará el cuello, y estiraremos los brazos hacia atrás nos estuviéramos desperezando. 

Por último, también sentados en una silla con la espalda completamente apoyada en el respaldo recto, trataremos de adelantar nuestra cabeza, estirando el cuello, lo que podamos sin despegar la espalda de la silla. El movimiento se debe ejecutar lentamente y hay que repetirlo varias veces. 

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