Casi 8.000 personas vibran con el Día del Baloncesto Femenino Aragonés en el Príncipe Felipe

El Casademont Zaragoza-Girona, de Liga Femenina Endesa, ha acogido la mejor entrada de la temporada en el pabellón zaragozano.

Partido Casademont Femenino-Girona en el pabellón Príncipe Felipe.
Casi 8.000 personas vibran con el Día del Baloncesto Femenino Aragonés en el Príncipe Felipe.
José Miguel Marco

Más allá del impresionante resultado, que ha constituido una oda al baloncesto, el pabellón Príncipe Felipe ha vivido este domingo la gran fiesta del deporte de la canasta. El partido Casademont Zaragoza-Girona ha sido el plato fuerte de la segunda edición del Día del Baloncesto Femenino Aragonés, que ha alcanzado la mejor entrada de la temporada con 7.864 espectadores. En las gradas, sobre todo, infinidad de jóvenes, niños y niñas, con un denominador común: su incuestionable pasión por el deporte de la canasta.

La Salle, Marianistas, El Olivar, Peñas Huesca, Pirineos, Rosales del Canal, Sagrada Familia… La lista era prácticamente interminable, no quedaba una cantera de baloncesto aragonesa que no estuviera representada hoy en el pabellón Príncipe Felipe. Durante toda la mañana, el ambiente ha sido festivo en la instalación, con miles de aficionados de todas las edades que han vibrado con dos de los mejores equipos del baloncesto femenino en España.

Además de los infinitos rostros anónimos, también mucha cara conocida este domingo en el Príncipe Felipe. En el palco, junto al presidente del Casademont Zaragoza, Reynaldo Benito, estaban la concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza, Cristina García; el director general de Deportes del Gobierno de Aragón, Mariano Soriano; el presidente de la Federación Aragonesa de Baloncesto y vicepresidente de la Española, Chemi Sierra; o la portavoz del PSOE en el Consistorio de la capital, Lola Ranera.

A pie de pista, a escasos metros de las jugadoras de ambos conjuntos, también se vio a la aragonesa Carolina Esparcia o a la gallega Tamara Abalde, ambas exjugadoras del antiguo Mann Filter, que compartieron la mañana con otra de las figuras más ilustres que había en la instalación: Amaya Valdemoro, leyenda viva del baloncesto femenino y una de las mejores jugadoras de la historia de este deporte en España.

“No puedo estar más contenta de estar en Zaragoza. Vivan los mañicos”, exclamó Valdemoro, que recibió una camiseta del Casademont Zaragoza en un tiempo muerto del segundo cuarto. Se la entregó su amiga Vega Gimeno, capitana del equipo, que vio el partido junto a sus compañeras al estar todavía lesionada. Al finalizar el encuentro, consumada la gesta aragonesa, Gimeno dio un agradecimiento "infinito" a los casi 8.000 seguidores que animaron a sus compañeras.

 

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