Mario García Romo, bronce en el 1.500 del Europeo: "Sabe amargo, pero es la recompensa a un gran año"

García Romo se cuelga su primera medalla internacional a sus 23 años y la séptima para el atletismo español en Múnich.

Ingebrigtsen celebra su triunfo, flanqueado por Heyward (plata) y García Romo (bronce).
Ingebrigtsen celebra su triunfo, flanqueado por Heyward (plata) y García Romo (bronce).
WOLFGANG RATTAY/Reuters

El atleta español Mario García Romo se subió al podio del 1.500 este jueves en el Campeonato de Europa que se está disputando en el Olímpico de Múnich, con un bronce siguiendo la estela siempre del campeón Jakob Ingebrigtsen.

García Romo, que fue cuarto en el Mundial del mes pasado en Oregon (Estados Unidos), se colgó su primera medalla internacional a sus 23 años y la séptima para el atletismo español en Múnich. Los también españoles Gonzalo García e Ignacio Fontes fueron sexto y undécimo. 

El noruego Ingebrigtsen demostró su vitola de favorito con una victoria que intentó dificultar García Romo, que aguantó el ritmo del campeón hasta la última vuelta, en la que fue adelantado por el británico Jake Heyward.

A sus 21 años, Ingebrigtsen es uno de los grandes atletas de la actualidad. En Múnich lo volvió a demostrar, esta vez en los 1.500, solo dos días después de ganar el oro en los 5.000.

El talento que demuestra sobre la pista es proporcional a la arrogancia que exhibe fuera de ella. "Soy el número uno y cuando salgo a la pista todos lo saben", dijo al llegar a Múnich.

Sin estar escoltado en la grada por su padre, Gjert Ingebrigtsen, con el que rompió la relación hace unos meses como entrenador, el joven noruego se plantó en Múnich dispuesto a hacer un doblete y el objetivo lo cumplió.

Si en la final de 5.000 dio una exhibición para ganar, aguantando solo hasta la última curva el español Mohammed Katir, en los 1.500 otro español, Mario García Romo, llegó a la cita decisiva dispuesto a plantar cara.

"Quiero ganar. Está claro que se puede ganar a Jakob Ingebrigtsen. Hay que correr muy fuerte, ser muy inteligente y creo que se puede hacer. Hay que estar muy pegado a él y en el último cien intentar ganarle al esprint", dijo el atleta nacido en Salamanca tras las semifinales.

Bajo la intensa lluvia que cayó sobre el Estadio Olímpico de Múnich, Ingebrigtsen no quiso dejar margen para la sorpresa y, confiado en sus posibilidades, se puso primero para dominar la carrera al ritmo que quiso imprimir. Su larga zancada le permitió estirar la carrera hasta que en los últimos doscientos metros optó por cambiar el ritmo para abrir un hueco imposible de alcanzar para sus perseguidores y acabó parando el crono en 3:32.76, récord de la competición.

Mario García Romo aguantó detrás de Ingebrigtsen hasta ese momento, en el que comenzó a sufrir. Tras la última vuelta fue superado por Jake Heyward y, con un tiempo de 3:34.88, entró tercero y se colgó el bronce.

En la final hubo otros dos españoles. Gonzalo García finalizó sexto con 3:37.40 e Ignacio Fontes, undécimo, con 3:42.30.

"Muy contento con mi primera medalla absoluta"

Mario García Romo se mostró "muy contento" con su primera medalla absoluta, aunque reconoció cierto sabor "amargo" porque iba a por el oro.

"Muy contento con mi primera medalla absoluta. Venía aquí a por el oro pero el bronce aunque sabe amargo es una recompensa a un gran año", dijo en declaraciones facilitadas por la Real Federación Española de Atletismo (RFEA). "Muy contento también de volver a dar una medalla más al 1.500 español, y después de la medalla de Katir, yo creo que demuestra que tenemos una muy buena salud y que en los próximos años vamos a dar mucha guerra", terminó.

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